¿Y si no te odio? Capitulo 1 y 2 (REESCRIBIENDO LA MISMA HISTORIA,PERO DE FORMA DIFERENTE)

SIPNOSIS

(En plena operación para desmantelar a una red de narcotraficantes, la vida de Lucas se ve sacudida de nuevo por Alicia. Su presencia lo incomodaba, le hacía perder el control y sacar al capullo que llevaba dentro. Nunca los perdonaría, ni a ella ni a su padre, por haber destrozado de su familia y propiciar la muerte de su padre. Se odiaba a sí mismo por sentirse atraído por ella. Cuado ella estaba cerca, no podía pensar con claridad, sus emociones se adueñaban de él y no era capaz de controlar sus impulsos. Sin embargo, no estaba dispuesto a que tanto resentimiento pudiera ser vencido por unos ojos grises que lo hacían enloquecer…¿Podrá Lucas ignorarla y seguir con su misión o sufrirá las consecuencias de eso que llaman amor?

Capítulo 1 Alicia (En la actualidad….)

Finalizada la carrera de periodismo y, antes de tomar una decisión respecto a su futuro profesional, Alicia necesitaba despedirse de él. Sus padres se separaron cuando ella tenía doce años. Lo veía venir desde hacía tiempo. Sabía que no estaban enamorados, pero habían llegado a una especie de pacto de no discusión que parecía funcionar. Sin embargo, todo cambió cuando su padre conoció a Laura. A partir de ese momento, tomó la decisión de dejar a su madre y emprender una nueva vida con ella y su hijo.

Todo empezó cuando la madre de Alicia, Sara, quiso decorar el jardín de su chalet de la Eliana, una zona residencial cercana a Valencia. Para ello, y por recomendación de su amiga Mónica, contrató los servicios de un oasis, situado en una localidad próxima. Laura, era la propietaria del oasis. Lo había heredado de sus padres, además de una gran fortuna que habían cosechado con mucho trabajo y dedicación.

Pedro, el padre de Alicia, comenzó a hacer muchas visitas al oasis. Con la excusa de la decoración, aprovechaba cada fin de semana, para visitar a Laura. Trabajaba en un importante despacho de abogados, por lo que, entre semana, era muy complicado y quizá demasiado sospechoso para su mujer, escaparse a disfrutar de su compañía. La amistad que tenían fue creciendo hasta convertirse en algo más que ninguno pudo evitar. Tomaron la decisión de separarse y comenzar a vivir su amor sin esconderse. Sin embargo, no todo fue tan bonito. Sara, su mujer, aunque no se lo esperaba tampoco entró en cólera. De haberlo hecho, no habría sido sino una vil mentira más de ese matrimonio que se habían inventado. Le deseo buena suerte y que fuera feliz. No tenía más fuerzas para seguir intentando algo que estaba muerto desde el principio.

Para Alicia, sí fue un duro golpe. A veces pensaba que sus padres eran mejor amigos, que no actuaban como dos seres enamorados, pero no le daba demasiada importancia. Era una niña, no tenía ni idea de lo que era un matrimonio. Pensaba que llevaban tantos años juntos que ese amor irracional y desbocado ya no tenía cabida para ellos. Ambos se portaban fenomenal con ella. Pese a sus intensas jornadas de trabajo, siempre encontraban tiempo para revisarle los deberes, llevarla al cine y de viaje en verano. Su madre tenía su propio despacho. También ejercía como abogada, especializada en derecho penal y mercantil. Sus inicios no habían sido fáciles, pero su tenacidad y amor por el derecho la habían convertido en una de las mejores abogadas de Valencia.

El que peor lo pasó, con diferencia, fue Lucas, el hijo de Laura. Tenía dieciséis años recién cumplidos cuando sus padres le dieron la noticia de la separación. Hasta ese momento, Lucas había sido un estudiante modelo. Sacaba buenas notas y sus profesores estaban encantados con él en el instituto. La separación supuso un antes y un después en su vida. A partir de entonces, su rendimiento académico comenzó a bajar, se metía en muchas peleas e incluso había tonteado con las drogas. Comenzó a fumar marihuana, beber alcohol y hacer de su vida una fiesta continúa. Era su vía de escape a esa amargura que lo consumía. Al principio, odió a su madre. No entendía cómo había sido capaz de hacerle algo así a su padre. Era un buen marido. Los cuidaba a los dos el poco tiempo que estaba con ellos. Luis, trabajaba como comercial en una empresa de azulejos. Debido a su trabajo, viajaba muchísimo. Quizá fue eso lo que provocó que el matrimonio se fuera al traste, o quizá no habría funcionado de ninguna manera. Las relaciones amorosas son tan complejas que nunca sabes por dónde te van a salir…A veces el amor se acaba, se muere. Y no ocurre porque no lo cuides. Sucede porque sí, y no te queda más remedio que pasar página y seguir con tu vida. Hay personas que lo hacen con más facilidad que otras. En función de los sentimientos que tengas o hayas tenido por esa persona puedes superarlo más rápido o te cuesta más. Incluso, los que tienen la suerte de amar y ser amados muy intensamente, no llegan a recuperarse nunca. Luis, no lo hizo. No tuvo tiempo.

Capítulo 2 Lucas (Tres años antes…)

Le tocaba mucho los cojones que Alicia hubiese decidido volver. Le había dejado muy claro que no la quería cerca de él…

Todo sucedió una noche de San Juan, tres años atrás. Alicia tenía diecisiete años y Lucas 21. Desde que sus padres se divorciaron, teniendo ella doce y Lucas dieciséis, cada verano que pasaba con ellos, Lucas la ignoraba deliberadamente. Sin embargo, todo se complicó cuando Alicia se hizo una mujer. Siempre había sido preciosa, con unos ojos azules enormes, el pelo castaño claro, muy rizado, y unos labios mullidos y sonrosados que la hacían dueña de una sonrisa deslumbrante. Cuando creció, además , la genética la bendijo con unas generosas tetas y unos muslos que sostenían un culazo de escándalo. Lucas se ponía muy celoso cuando sus amigos comentaban lo buena que estaba su hermanastra. Su cuerpo reaccionaba a ella como nunca lo había hecho con ninguna otra chica. Cada vez que la veía, en la piscina de su casa, leyendo un libro o tomando un baño con sus amigas, imaginaba miles de formas de poseerla. Sentía una atracción que no era capaz de explicar, algo que no sabía muy bien cómo definir…

Aquella fatídica noche de San Juan, entendió muchas cosas que hasta entonces había tratado de esconder. Alicia había quedado con sus amigas para hacer una hoguera en la playa de Canet, una zona de veraneo próxima a su casa, con una agitada vida nocturna. Todos los jóvenes de alrededores, solían pasar allí sus fines de semana. Las juergas, el desenfreno y el sexo sin piedad eran lo que mejor definía aquella zona del levante. Cuando Alicia, comenzó a salir con sus amigas por los pubs, Lucas, desde la distancia siempre las controlaba. Sabía perfectamente quién las llevaba a casa, con quién estaban, los chicos que se les acercaban…Más de una vez quiso partirle la cara a más de uno, pero siempre se mantuvo como un mero observador hasta aquella noche del veintitrés de junio, en la que su vida cambió por completo.

Lucas también estaba en Canet, haciendo una hoguera con sus amigos. Por aquel entonces se estaba tirando a Melisa, una de sus amigas del grupo. Sólo follaban aunque tenía la sensación de que ella quería algo más. Lucas nunca salía con nadie. Sólo follaba. No era capaz de sentir amor por ninguna de sus habituales porque siempre tenía en mente a Alicia. Los odiaba a ella y a su padre por haber destruido a su familia, pero era incapaz de de borrarla de su cabeza, de desearla como un animal salvaje y, a la vez, querer protegerla de cualquier peligro. Y fue precisamente ese instinto de protección el que lo llevó al caos aquella noche.

Como siempre que salía, buscaba Alicia entre la multitud de jóvenes que se hallaban en la playa. Cuando por fin encontró a sus amigas, después de medianoche, el corazón le dio un vuelco al no ver Alicia con ellas. Se tensó porque sabía lo que eso significaba. Se había ido con un tío. Con un puto tío que la iba a acariciar como el llevaba deseando desde hacía años. Lucas apretó los dientes y los puños y se acercó a ellas.

-Eva, ¿dónde coño está Alicia?-ladró muy cabreado.

-Hola, a ti también Lucas-rio Eva con los ojos achispados sosteniendo su cerveza.

-No estoy para juegos…¿Por qué no está con vosotras?

-Se ha ido con Óscar a dar una vuelta por allí-señaló Eva. Se habían dirigido a una zona oscura de la playa. Entre la multitud y un chiringuito que había a los lejos, había una zona oscura en la que no había nadie y en la que muy probablemente, más de una pareja se estaría dando un homenaje.

Lucas se fue corriendo sin decir nada hecho una furia. Sólo iba a comprobar que estaba bien. Aunque se moría de ganas por matar a ese gilipollas, si ella lo estaba pasando bien, los dejaría y se iría con su dolor a otra parte.

La visibilidad era muy mala. Apenas veía dos siluetas en la arena, besándose y gimiendo. La rabia en ese momento le ardía en el pecho. No podía respirar…pero cuando oyó a Alicia llorar y resistirse su mente se nubló.

-Para, por favor,-sollozaba Alicia.

-Joder, nena, no veas cómo me pone que te resistas-susurró Oscar, mientras trataba de tocarle el coño.

En ese momento, Lucas, como un miura, se abalanzó sobre él.

-No la toques más, jodido imbécil! Te acaba de decir que pares, pedazo de mierda.

La ira lo cegó y empezó darle puñetazos y patadas hasta que lo dejó inconsciente en el suelo.

-Lucas, para, por favor…-gritaba Alicia- Lo vas a matar.

-Eso es lo que se merece ese mal nacido.

Estaba a punto de darle un último puñetazo que lo habría matado, cuando Alicia lo detuvo y lo tiró al suelo. Se quedó sin habla. Con ella encima de él, llorando y suplicándole que no siguiera. Lucas, limpió sus lágrimas, la abrazó y no pudo reprimir más las suyas. Lloró como un niño. De no llegar a tiempo, la habría violado, joder.

-Tienes que calmarte, Lucas-dijo Alicia al tiempo que buscaba su miraba

Lucas miró al suelo. No podía controlar tantas emociones.

-Gracias, por haberme salvado-le agradeció Alicia girando su cara para que lo mirara.

Lucas, no pudo aguantar más y la besó. Lo hizo con desesperación, como llevaba años deseándolo. Rozar sus labios y entrelazar su lengua con la suya, era de las mejores cosas que había vivido. En ese momento su móvil sonó. No quería cogerlo, pero podía ser importante.

-¿Si?-contestó Lucas sin dejar de mirarla.

-¿Qué?-Lucas palideció sorprendido y comenzó a llorar- No puede ser, joder…-no paraba de maldecir hasta que colgó y la miró como un lobo enrabiado.

-Todo esto es por tu puta culpa, joder. Mi padre ha muerto-dijo pasándose las manos por el pelo y gritando a pleno pulmón-Ha tenido un accidente de coche. Iba borracho, sabes por qué? Porque el desgraciado de tu padre le quitó a su mujer…a su familia. Mi padre nunca ha superado el divorcio y su muerte nunca os la voy a perdonar-sentenció.

-Lucas, lo siento muchísimo. Yo…

-Tú nada, Alicia. Ni se te ocurra aparecer por aquí nunca más. Hoy casi mato alguien y mi padre está en un congelador porque tu puta culpa, joder-chilló con todas sus fuerzas- Ves en qué me conviertes, en un jodido energúmeno-siguió alzando la voz y llorando desconsoladamente.

-Lucas-Alicia intentó acercarse a él, pero él no la dejó.

-Ni se te ocurra aparecer mañana ni en el tanatorio ni en el entierro. No quiero volver a verte en mi vida.

La miró por última vez y la dejó sola con Óscar inconsciente tirado en la arena.

Capítulos 39 y 40. Novela Romántica: ´¿Y si no te odio?´

Capítulo 39 Lucas

No soy de morderme las uñas. Sólo lo hago cuando estoy nervioso, como ahora. Estoy en el aeropuerto en la zona de llegadas. He venido un rato antes porque ya no me aguantaba a mí mismo, encerrado en la habitación del hotel. Sé que tengo ansiedad porque ya he tenido esta sensación en el pecho que apenas me deja respirar. La única diferencia es que nunca me ha sobrevenido por amor. A mis 27 años he tenido que lidiar con experiencias horribles, de esas que te marcan para siempre. Perder a tu padre a una temprana edad y, recientemente, casi a mi madre condicionan mucho quién eres y en lo que llegas a convertirte. Sin embargo, todo ser oscuro tiene su luz y, la mía, sin duda es ella.

Llevo ya dos tilas y no consigo calmarme. Sólo de pensar que se va con Fran, siento unos celos que me destrozan. No paro de andar de un lugar a otro, pasándome las manos por el pelo, extasiado de tanto pensar, cuando la veo. ¡Ha venido! Una sonrisa de alivio, entusiasmo, amor, devoción…se me dibuja en la cara. ¡Me ha elegido a mí! Esto significa algo…

Tardo unos segundos en asimilar la cara de seta que tiene. De todos los escenarios posibles que mi cabeza había imaginado, la posibilidad de que accediese a venir y estuviera enfadada era imposible. En la mejor de las situaciones, la había visualizado llegando corriendo con su equipaje y dándome un señor beso, subida en mis brazos  como un mono. Iluso de mí…

Lleva una de sus maxi gafas de sol para ocultar, de seguro, las lágrimas que ha derramado. Y, ahora, ¿qué coño pasaba?

-¿Has venido en coche?-pregunta sin mirarme y sin ápice de entusiasmo.

-Sí-contesto tan seco como ella. No sé cómo actuar. Me ofrezco a llevar su maleta pero un gesto brusco, muy en consonancia con su actitud hostil, me lo impide.

Subimos al coche en un silencio sepulcral, cuando mi paciencia se agota y estallo:

-¿Se puede saber qué cojones te pasa?

-¿Que qué me pasa? Que soy imbécil-grita llorando-La vida me da la oportunidad de conocer a alguien que puede hacerme realmente feliz. Es atento, educado, me adora…Planea una escapada romántica, como cualquier hombre enamorado haría en los inicios de su romance…y yo;¿¿ qué hago?? Dejarlo tirado porque me escribes una notita haciéndome una proposición del todo indecente, sólo porque ha herido tu orgullo…

-¿Qué narices estás diciendo?-la corto también enfadado y alzando la voz.

-Sé perfectamente que me has propuesto esto porque sabías que me iba y estabas celoso…Y yo soy tan inmadura, inconsciente…no sé cómo definir mi comportamiento…que a la mínima que me das, corro a ciegas a tus brazos para que me vuelvas a destrozar el corazón…-espeta llorando y saliendo del coche dando un portazo.

Me dispongo a hacer lo mismo y me acerco a ella. Está muy fría y distante pero sé que ha venido por mí y quiero demostrarle que puedo ser bueno para ella.

-Puedo ser muy inmaduro, a veces, actuar por impulsos…y no darme cuenta de las cosas hasta que es demasiado tarde, pero joder, Alicia…-le susurro abrazándola.

Sigue en tensión, pero al instante, me devuelve el abrazo y llora en mi hombro desconsoladamente. No puedo sentirme peor. Por mucho que lo intente, siempre acabo haciéndola sufrir…

Cuando consigo que se calme un poco, le quito sus gafas y le digo mirándola a los ojos, mientras seco sus dulces lágrimas:

-No sabes cómo me gustaría que todo fuera diferente. Estoy metido en muchos líos…

-Cuéntamelos…-me implora.

-Nunca te pondría en peligro, pero sí hay algo que puedo decirte y es que te quiero. Me duele quererte porque no te hago feliz…

-Nunca he sido más feliz en mi vida, Lucas-me suelta dejándome noqueado.

La abrazo y lloro con ella. No puedo más con la presión ni con mis propios sentimientos. Es la mujer de mi vida y voy a demostrarle que yo también soy suyo.

Capítulo 40 Sara

Estoy en la barra de la piscina del hotel, con mi sombrero XXL, pidiendo un Martini seco, con unas olivas, cuando noto una presencia en mi espalda. Una voz familiar me pregunta:

-¿De vacaciones?

Antes de girarme veo sus manos grandes y bronceadas, con esas pulseritas tan bohemias…Un momento. Esa voz…

-¡Oh, Dios mío qué suerte la mía…!-exclamo. La madre del cordero…El morenazo no es otro que el capullo de Gutiérrez. ¿Dónde esconde ese cuerpazo todo el invierno? Bueno, para ser sincera, sí me había fijado en que se conservaba muy bien…pero tanto??

-¿Lozano?-me mira boquiabierto.

-Para mí, también es todo un honor…-contesto con sarcasmo.

-Vaya, vaya…además de sacar a escoria de la cárcel, sabes divertirte…-dice dándome una repasito de arriba abajo. Buf, ¿ Cómo me pone tanto haciendo eso? Nota mental: llamar a la terapeuta en cuanto llegue a Valencia

-Sí, querido…siempre he sabido hacerlo. Aquí el único amargado eres tú. ¿ Estás en alguna misión secreta? Me hace gracia cuando vas de súper agente del FBI-me rio de mi propio comentario.

-A mí también me hace gracia verte con tu amiguita.

-¿Qué amiguita?-pregunto con interés.

-Esa nenaza que traes por pareja-me guiña un ojo.

-Serás capullo…Es mucho más hombre que tú. Más inteligente, más educado…

-Más rico…-apunta incisivamente para sacarme de mis casillas.

-¿Qué estás insinuando poli de pacotilla? Tengo mi trabajo y no necesito a ningún hombre para nada…

-¿Seguro que para nada?-pregunta flirteando.

-Bueno, a decir verdad solventa muy bien mis necesidades físicas…Como veo que estás sólo, si quieres algún tipo de compañía, siempre puedes pagarla.

-No me van esas cosas…Para tu información, estoy solo porque quiero. Justo ahora he quedado con una vieja amiga de la isla…

-¿Ah si? El rudo de Gutiérrez relacionándose con el sexo opuesto…¡Qué conmovedor!-digo con ironía.

-Te sorprendería gratamente las cosas que ´el rudo de Gutiérrez´ puede llegar a hacer…-dice mirándome intensamente calentado cara poro de mi piel-Ahora, si me disculpas, tengo una cita. Espero que te diviertas con ´milady´.

-Lo haré. Te deseo lo mismo. Divertirse es muy sano….-contesto lamiendo una oliva de mi Martini y mirándolo con provocación. Gutiérrez me mira con la respiración un tanto entrecortada y desaparece. ¿Qué me pasa con este hombre? ¿Por qué caigo en su juego de provocaciones y deseo que me folle muy duro mientras me ata a una cama? El clima de Baleares no le sienta bien a mi cabeza.

 

 

Capítulos 36,37 y 38 de ´ ¿Y si no te odio?´ Novela Romántica

Capítulo 36 Alicia

La cena ha sido muy divertida. Sofía es un encanto cuando se lo propone. Nos hemos reído mucho con ella y he descubierto una nueva faceta de Fran con los niños. Ahora, la condenada, nada más llegar a casa me ha dicho al oído: ´Ali, tu novio es guapo, pero Lucas mucho más. No se lo digas es nuestro secreto´.  Es una niña pero no es ni ciega ni tonta…¡Ay si ella supiera!

Tengo ya todo listo para irme a Tarifa, sólo me faltan ganas. Sé que va a ser un nuevo paso en mi relación. Voy a conocer a Fran íntimamente y la idea me aterra. Lucas ha superado todas mis expectativas en la esfera sexual. Con Pablo el sexo no iba mal, pero con Lucas es sencillamente apoteósico. Me hace vibrar con sólo mirarme…No necesita tocarme para tenerme mojada a su merced. ¿Lo superaré algún día o viviré presa de mis recuerdos el resto de mi existencia?

Me dispongo a realizar mi ritual de belleza nocturno cuando encuentro un post it  en mi gel desmaquillante de ´Clinique´. Vaya, quien quiera que sea mi misterioso emisor conoce a la perfección mi procedimiento: desmaquillante, tónico, sérum, crema de noche, contorno de ojos y bálsamo labial. Abro el post it y lo leo:

´¿Cuidando esa piel tersa? Debajo de tu almohada hay una carta para ti ;)´

Una carcajada se me escapa, acompañada de la cara tontorrona enamorada que tengo en este momento. Creo que mi emisario secreto es Lucas. Si no lo es, sufriré una gran decepción. Salgo disparada hacia mi habitación no sin antes dar un vistazo a la de Lucas. Está cerrada y me muero de curiosidad por saber si está dentro. Intuyo que no porque su moto no está. ¡Joo!

Ya en mi habitación encuentro la carta, escrita de su puño y letra:

´Esta no es mi mejor idea. No merezco hacerte esto y me siento como una mierda por intentarlo. Sé que estás sintiendo algo por Fran y si no fuera el capullo que soy, te dejaría vivir tu vida y que fueras feliz junto a él. Sin embargo, una parte de mí no quiere perderte. No puede hacerlo. No puedo explicarte los celos que siento cuando te veo con él porque creo que te asustarías. Siento que eres una extensión de mi alma y me duele cada vez que te toca y te hace reír. No lo soporto. No puedo darte ahora lo que necesitas, pero puedo prometerte que algún día lo haré.  De momento, te hago una contra oferta. Te cambio Tarifa por Ibiza. En tu escritorio, tienes un billete de avión y uno de tren para que llegues al aeropuerto. Tu vuelo sale a las 12, así que tendrás que madrugar un pelín…Si decides irte con Fran, lo entenderé. Te dejaré ser feliz con él y nunca más volveré a ponerte en esta tesitura. Por encima de todas mis emociones estás tú. Tu felicidad…Te esperaré en el aeropuerto de Ibiza. Cuento las horas para verte…

PD: He trasteado un poco por tu habitación, para encontrar tu pasaporte y demás… y me he quedado una de tus bragas sexies. Si decides no venir, me las guardaré como símbolo de nuestros momentos íntimos. Te espero con ganas, princesa!´

Como no podía ser de otra manera, estoy llorando a moco tendido. Siempre que creo que lo estoy perdiendo, de una u otra forma regresa a mí. Estoy muy confundida. ¿Cuál es la decisión correcta, una aventura con el ´Caballero Oscuro´ o un dulce cuento con el ´Príncipe Azul´?

Capítulo 37 Gutiérrez

Uno de los lugares que más me gusta del mundo es Ibiza. Esa pequeña isla del Mediterráneo es todo un paraíso. No me extraña que venga tanto famosillo en verano.

He venido con Lucas este fin de semana. Estamos alojados en el ´Hotel Hard Rock Ibiza´. Tengo muchos amigos empresarios y me han conseguido dos habitaciones espectaculares. Los favores mueven el mundo. No son suites pero estamos en un hotelazo 5 estrellas que es la pera limonera. Si vuelvo a venir, repito seguro.

Está en la playa d ´Embossa. No es la mejor playa de la isla, pero sí la más céntrica. Si los enamorados quieren hacer alguna escapada, me tocará seguirlos de incógnito. Bueno, eso suponiendo que Alicia venga y su madre no se presente aquí por ciencia infusa a cortarme los huevos.  No me extrañaría en absoluto…conociéndola.

Hemos llegado en el vuelo de la 7 de la mañana. Alicia, llegará más tarde. Mientras Lucas descansa en su habitación, aprovecho para ir un rato a la playa. Es muy temprano. Apenas hay gente. He podido divisar a una pareja de ´frikis´ que se hacen carantoñas sin parar. El tío parece un pez gordo. Un rico empresario que no desentona para nada en este ambiente tan exclusivo.  Su mujer, está bastante buena. No la veo bien. Soy miope y me da miedo operarme. Soy peor que la nenaza del paga fantas…Él lee el periódico y ella hace un crucigrama creo. No parecen muy enamorados. Apuesto a que esas carantoñas eran todo postureo…O eso quiero creer. A veces me molesta que la gente sea feliz. No la gente que quiero sino personas ajenas a mí…Perdí a mi mujer hace 5 años y, aunque trato de seguir adelante, mi situación emocional nunca ha sido la misma. No tengo esperanza de que lo sea. Trato por todos los medios de no involucrarme. Tengo amigas a las que me follo de vez en cuando. Pasamos algunos fines de semana juntos pero nunca se convierte en algo serio. Si ellas se enamoran, desaparezco.

La mujer del empresario me recuerda a Diane Liane. Tiene las facciones muy finas y un cuerpo elegante a la par que provocador. Un capullo con suerte. Ella no puede verme desde su tumbona, pero quizá si me vuelvo a dar un chapuzón y me paseo un poco logro captar tu atención. ¿Cuánto tiempo hace que no hago estas chorradas? Muchísimo. Me río de mí mismo.

Me aproximo a la zona donde se encuentran los tórtolos y me zambullo en el mar. Hago un par de largos y me recreo mirando al infinito, deseando que mi presa haya captado mi presencia. Me giro y no la miro. Me hago un poco el despistado pero con el rabillo del ojo, observo cómo mira en mi dirección. Es muy difícil adivinar si me ha visto o no, con esas enormes gafas de sol pero me apetece pensar que sí. ¡Qué cojones! No va a pasar nada de todas formas…

Capítulo 38 Sara

James y yo hemos decidido pasar el fin de semana en Ibiza. No tenía mucho trabajo y he decidido cogerme el día libre. Mi hija se va a Tarifa con su proyecto de novio. No está muy segura, pero lo ha pasado muy mal con Lucas y se merece ser feliz. El amor está sobrevalorado. Me enamoré una vez, de mi querido ex marido que me dejó por otra…Desde ahí, mi vida sentimental ha dado un vuelco de 180 grados. Sé que jamás me voy a volver a enamorar…Ni ganas tampoco. El amor es tan dulce como amargo. Está bien experimentarlo, por aquello de sentir mariposas en el estómago  y todas esas absurdeces que dice la gente, pero si no es para siempre, el desamor se paga con oro. No me arrepiento de haber querido tanto a mi ex marido. Él me dio lo más importante de mi vida, mi hija. No obstante, no estoy dispuesta a entregar de nuevo mi corazón y que me lo vuelvan a pisotear…

Llevo con James bastante tiempo. Nos entendemos bien. Disfrutamos de la vida juntos y cuidamos el uno del otro. No se puede negar que nos tenemos un cariño innegable, pero no creo que ninguno esté enamorado del otro. Yo, al menos, no. Sabe perfectamente cómo soy. Mi independencia y mi hija son lo primero. Cada uno vive en su casa. Nos vemos los findes, viajamos y, de vez en cuando, si se tercia echamos un polvo entre semana. Pero no es lo habitual. Tiene una naviera, trabaja muchísimo… No siempre está en Valencia, así que tampoco nos vemos como quisiéramos…o sí. En mi opinión, nuestra relación es tan  rara como perfecta.

Nos hemos hospedado en el ´Hard Rock Hotel´. No es la primera vez que he venido, aunque sí la primera que me estoy en una suite…James tiene dinero para aburrir y no es nada tacaño. Se lo gasta muy a gusto…Me gusta vivir bien, no lo voy a negar pero no estoy con él por eso. Me conquistó haciéndome reír y, aunque me cueste mis pinchazos de bótox, no hay nada que me guste más. Además, le gusta mucho salir y divertirse, como a mí. De vez en cuando, se nos va la mano con el alcohol…y acabamos cantando playeras de madrugada. El sexo no es nuestro punto fuerte. ¡No todo iba a ser perfecto! Si bien mi colección de vibradores soluciona el problema a la perfección.

Estamos en la playa. Hemos llegado en el primer vuelo. Si íbamos a estar un par de días…debíamos aprovechar al máximo. James lee el periódico y yo hago el crucigrama de ´Cuore´. Algo llama mi atención. Un morenazo, alto y fuerte, más o menos de mi edad, entra en el mar. Menuda espalda…No me extraña con esa forma de nadar…Se ha puesto a hacer largos a lo Mich Buchanan. Buf…será mejor que siga con lo mío. ¿Por qué siempre se me va la mente por estos derroteros?

Capítulo 34 y 35 de ´¿Y si no te odio?´ Novela Romántica

Segunda parte

Capítulo 34 Alicia

Había pasado más de una semana desde que, Laura, contra todo pronóstico salió del coma. Nos habíamos puesto todos en lo peor, pero al final, mis constantes rezos dieron sus frutos. No suelo acordarme mucho de Dios, sólo lo hago en momentos críticos de mi vida. Ya sabéis, por cuestiones de salud, familia y también en algún que otro examen. Muy mal hecho. Debo dar gracias cada día por tener una familia maravillosa. Mi vida sentimental es otro tema…No voy a culpar Dios por ello, faltaría más…pero una ayudita no me vendría mal.

Mi situación con Lucas vuelve a ser de pura ignorancia cordial. Le conté a mi madre más o menos, sin ahondar en detalles, todo lo que había pasado entre nosotros. Su consejo, no me sorprendió en absoluto. Su sabia reflexión fue: ´Cariño, no puedes forzar las cosas. Supongo que Lucas tiene sus motivos para no querer estar contigo en este momento y no debes insistir más…Sé que ahora estás triste, pero debes pasar página y seguir adelante. Créeme no es tan malo consolarse en brazos ajenos´. Mi madre, con su experiencia vital y Lucas con su pasotismo máximo, me dejaron en manos de Fran.

Por su parte, Laura se recuperaba en casa de sus traumatismos. El conductor que chocó con el vehículo de mi madre murió en el acto. Mi padre, ya se había puesto al día en todo el tema legal. Iban a cobrar una buena indemnización. El conductor iba borracho y provocó un accidente gravísimo.

Lucía, la hermana de Laura, y su hija, una encantadora niña de 5 años, se habían instalado en nuestra casa. Lucía, era enfermera. En ese momento, estaba de vacaciones con lo que aprovechó para venirse al pueblo y cuidar de su hermana. Siempre habían estado muy unidas. Sin duda, este accidente había significado un duro golpe para ambas.

Lucas y Sofía están jugando en el sofá. No debo pensar en esto pero se me cae la baba cada vez que lo veo con la niña. La trata con tanta ternura…Le deja incluso que le haga ´pirris´ con sus coleteros de ´Dora la exploradora´. Lo miro con nostalgia…La de veces que me he imaginado a Lucas con mi hija en brazos!! Así de tontas somos las mujeres, no paramos de suponer e imaginar y, al final, todo sale del revés. Ni hija ni Lucas ni nada de nada. Sólo un apuesto Fran que se muere por mis besos. ¿Podré llegar algún día a quererlo? No lo sé…No puedo negar que cada vez estoy sintiendo más cosas por él y, en nuestro viaje a Tarifa, supongo que me entregaré a él. He querido ir despacio. Con Lucas la pasión me cegó y no sé si fue buena idea. Bueno, pensándolo bien, lo fue y mucho. Tengo grabados en mi piel y mi alma cada uno de los momentos íntimos que pasamos juntos. Po tiempo que pase, por mucho que me ignore, esos momentos nuestros nunca morirán en mi memoria. Ni ellos ni él…

He quedado para cenar con Fran. Debemos arreglar algunos aspectos del viaje. No me entusiasma demasiado, pero a él le hace mucha ilusión. Quizá no me venga mal un cambio de aires…Me he puesto un vestido blanco, algo corto, con una chaqueta marrón oscuro de ´ Guess´.

-Alicia-me saluda la pequeña Sofía.

-¡Hola, corazón!

-¡Qué guapa estás! Tito Lucas, ¿Alicia te parece guapa?-pregunta cotilla.

-Me parece preciosa-suelta Lucas mirándome de arriba abajo. Mis mejillas se sonrojan y disfruto el momento como una enana.

-¿Y por qué no os hacéis novios?-inquiere de nuevo la niña.

-No podemos, cariño. Lucas está con Elisa y yo salgo con Fran-contesto sin mirar a Lucas mientras me preparo el bolso.

-¿Tu novio es más guapo que Lucas?

-Eh…Sí mucho más-miento como una bellaca.

-No te creo…-se ríe Sofía.

-¡Sí lo es, enana! Tiene un novio guapísimo y con mucho dinero-espeta provocador.

-Oh sí…eso último ni lo dudes-respondo a su provocación barata sin querer hacerlo- De hecho, el fin de semana que viene nos vamos a Tarifa.

-¿Qué?-exclama con los ojos inyectados en sangre- ¿Lo sabe tu padre?

-Claro.

-¿Y le parece bien?

-Muy bien, de hecho.

-¿Y dónde vais a dormir?-pregunta nervioso pasándose la mano por el pelo.

-Pues es un convento. Yo con las monjas y él en la parte del cura, por supuesto-lo desafío con la mirada.

-¿Qué es un covento?-pregunta Sofía.

-Un lugar donde viven monjitas como las que hay en tu cole.

-Ahm…y ¿por qué Alicia irá a uno covento?

-Porque tiene de monja lo que yo de cura…-sisea Lucas.

-Cariño, es una broma. No iré a un convento. Pasaré unos días con Fran en un hotel. Eso es todo.

-¿Qué hotel?-sigue Lucas con su interrogatorio.

-Ninguno que te interese-contesto borde. Se está pasando y más delante de la niña.

-Sofi, tita Ali se va a cenar pizza no te apetece ir con ella y conocer al apuesto Fran?-será mamón.

-Si si si-dice Sofía entre aplausos- ¿Puedo ir contigo, tita Ali?

Miró a Lucas con reprobación y le sonrío a la niña.

-Por supuesto, cariño. Ve y díselo a mamá.

Sofía sale del salón y corre a la habitación de Laura donde se encuentra su madre.

-¿Por qué coño no me has dicho que te ibas de viaje?-me grita Lucas.

-¿Por qué coño tendría que hacerlo si no has hecho más que ignorarme desde la recuperación de tu madre?-estamos muy cerca y nos miramos con enfado, cabreo y ganas de sexo. No tenemos remedio.

-Ali, Ali, Ali…-nos interrumpe la niña- me deja ir contigo y conocer a tu novio Fran.

-¡Estupendo, mi amor! En cinco minutos nos vamos. Coge tu bolsito de barbie.

-Sí, voy por él…

-¡Qué tengáis una agradable velada!-me desea Lucas con ironía- Y no hagáis manitas delante de la niña eh?-advierte.

-Tranquilo, las dejaremos todas para Tarifa.

Lucas me mira impasible y se va dando un soberano portazo. Como siempre,  cuanto más cerca me ve de Fran, más afloran sus sentimientos de macho resentido. Es insufrible.

Capítulo 35 Lucas

Me largué de allí porque ya no podía escuchar más. No estaba ciego. Mi comportamiento había generado que Alicia, estuviera empezando a sentir algo por Fran. Era lo que quería, en un principio, por su seguridad y por su bien, pero no soportaba los celos de saberlos en Tarifa abandonados a la pasión. Una mierda. Sobre mi cadáver. Eso no iba a pasar. Fui a hablar con Gutiérrez y le expliqué bien la situación.

-Lucas, es muy arriesgado lo que me estás proponiendo. Podrías meterla en líos y Dios nos libre de su madre.

-Me importa una mierda. No quiero que Alicia vaya con Fran de viaje. Me niego en rotundo.

-Sabía que estabas colado por ella…pero te creía más listo. Debes mantenerte alejado hasta que todo termine.

-Nunca va a terminar y cada vez se complica más. ¿Nunca te has enamorado?-le pregunto con los ojos cerrado y tocándome el puente de la nariz.

-Una vez, y la vida me la arrebató-contesta con la mirada triste.

-Pues yo siento como vida se consume cada vez que veo que él roza su piel, que la hace sonrojar. Noto como si me clavarán un puñal y ahondaran en mi herida.

-¿Y Elisa?

-Elisa me da igual. Le tengo cariño pero sabes perfectamente lo que me une a ella. Un intercambio de sexo sin daños colaterales. De todas formas, no la he tocado desde que estuve con Alicia. Me siento como si la estuviese traicionando  y sólo deseo su tacto…Nunca me había sentido así.

-Lo sé. Yo me sentía como tú y desde entonces, no he tenido más que sexo puro y duro.

-Ayúdame. Necesito un par de días de viaje con ella.

-Está bien, pero iré con vosotros para asegurarme de que no hay peligro.

-¿Estás loco? ¿Qué no has entendido de ´solos´?

-Tranquilo, no me verás si no es estrictamente necesario. Sé hacer bien mi trabajo. Lucas estamos muy cerca. Haré esto por ti porque no quiero que te acobardes y dejes la misión.

-No lo haré, no te preocupes. Estoy metido en esto tanto como tú.

-Ese es mi chico-sonríe Gutiérrez guiñándome un ojo.

Capítulos 32 Y 33 de ´¿Y si no te odio?´ Novela Romántica

Capitulo 32

He vuelto con Lucas a casa. Volver a montar en su moto me ha hecho recordar un gran número de sensaciones que me han transportado a la primera vez que lo hice. Es todo tan distinto de aquel momento…Tenemos una conversación pendiente, pero no creo que sea el momento indicado para tenerla.

Durante el trayecto, ninguno de los dos abre la boca. El silencio sigue en casa. Lucas está sentado en el sofá con la mirada perdida. Odio verlo así. Me consume por dentro saber que está sufriendo…Quiero mucho a Laura y, aunque también estoy muy afectada, no puedo compararlo a como estaría si fuese mi madre.

Decido preparar unos sándwiches de salmón, queso y espinacas. No sé si Lucas tendrá mucho apetito pero apuesto que no ha comido nada en todo el día. Cenamos en silencio viendo episodios repetidos de ´Big Bang Theory´. Ni las absurdeces de Sheldom Cooper consiguen sacarnos una sonrisa. Ha sido un día muy triste y lo seguirá siendo hasta que Laura salga del coma. No he contemplado la posibilidad de que no haga. No se me pasa ni por la cabeza. Laura es fuerte y sobrevivirá.

A duras penas, Lucas se ha comido el sándwich. Me ha dado las gracias por la cena y ha subido a su habitación. He estado a punto de decirle que quiero que cuente conmigo y no me aparte de su lado en los duros momentos. No me he atrevido finalmente. Está tan perdido que temo hablar demasiado y desatar su ira…

Con todo el dolor de mi corazón por no dejarme dormir con él, subo a mi habitación, me lavo los dientes, me desmaquillo y me meto en la cama. Voy a tardar en dormirme. Estoy inquieta. No paro de darles vueltas a la idea de ir a su habitación y simplemente introducir en su cama sin articular palabra. ¿Voy o no voy? Me repito constantemente en mi fuero interno. La parte del no gana por goleada. Mi conciencia me dice: ´Alicia, si quisiera que fueras te habría invitado a entrar´. Es cierto. Debo permanecer aquí desando estar a su lado. En ese instante, Lucas llama a mi habitación.

-Alicia, ¿Puedo pasar?-pregunta con voz ronca.

-Sí, claro-me apresuro a contestar incorporándome  de inmediato.

Lucas entra y se sienta a un lado de mi cama. Está llorando y tiene los ojos rojos. Cómo está sufriendo…Daría mi vida por arrancarle ese sufrimiento.

-Alicia, yo-solloza al tiempo que coge mi mano derecha-siento mucho lo que ha pasado entre nosotros. Nunca he querido hacerte daño…-trata de disculparse.

-Lucas, no es momento de hablar de eso ahora. Lo estás pasado fatal y yo sólo quiero ayudarte.

-Es peligroso estar conmigo, Alicia. Nunca me perdonaría si algo llegara a sucederte. Además-llora ahora con más ímpetu-todas las personas que quiero el destino las aparta de mi lado. No quiero que contigo pase lo mismo.

-No me va a pasar nada, Lucas-lo consuelo mientras tomo su cara entre mis manos y le limpio las lágrimas que brotan sin cesar de sus ojos.

-Escúchame bien, prefiero vivir en peligro y estar contigo a perderte y estar a salvo. No puedes entender que…te quiero-le confieso mirándolo a los ojos con todo el amor que siento.

-¡Oh mi amor!-exclama dándome un fuerte abrazo- Eres mi vida, Alicia. Te quiero y nunca dejaré de hacerlo, pero si debo sacrificar mi amor por tenerte a salvo, no dudes que lo haré-susurra en mi oído.

-No es justo que decidas por mí…-replico.

-Ts…-me corta colocándome su dedo en mis labios-No quiero que hablemos de eso ahora. Sólo he venido a pedirte que duermas conmigo, si quieres…-me ofrece con timidez.

-Estaba deseando que me lo pidieras-sonrío dejándole un hueco en mi cama.

Lucas me abraza y me da un tierno beso en la frente. Se coloca detrás de mí y me olisquea el pelo.

-Duérmete, nena-me ordena.

Capítulo 33

El sol me despierta de mi plácido sueño. Lucas, por supuesto, no sigue a mi lado. Sería mucho pedir que siguiera allí y me esperara para ir juntos al hospital. No, eso solo sucedería en mi mundo yupi. En la realidad, ya llevará dos horas allí y estará con Elisa. Siento una punzada de celos y de rabia. Es peligroso estar con él, pero ella si puede hacerlo no? No sé por qué pone tantas excusas…Si no me quiere, no necesita fingir. El problema  es que estoy segura de  que me ama tanto como yo a él, pero por alguna razón que averiguaré aunque me lleve la vida en ello, trata de protegerme de él mismo. ¿En qué puede estar metido?

Bajo a desayunar y descubro una nota dentro de mis cereales. La habrá metido ahí para que no la viese mi padre, imagino. La nota dice:

´Gracias por dormir conmigo. Me he ido temprano por si había novedades. Puedes venir con tu padre cuando regrese a ducharse, pero preferiría que no lo hicieras. Descansa.´

¿Para eso me escribe una nota? Cuando la he visto pensaba que se trataría de un gesto romántico…Algo así como: ´ Buenos días, preciosa. He dormido muy bien contigo. Te espero en el hospital´. Nada más lejos de la realidad. Me escribe esa nota de mierda, tan fría, incitándome a alejarme de él…Pues lo lleva claro. Pienso volver con mi padre y estar con él todo el tiempo que sea necesario. Es su hijo, pero ¿qué se cree? Laura nos importa a todos.

Poco después, llega mi padre. Tiene el rostro desencajado y duramente castigado por el cansancio y el sufrimiento.

-Buenos días, Ali-me saluda cariñosamente dándome un beso en la mejilla.

-Hola, Papa. ¿Hay alguna novedad?

-Nada, cariño. La única novedad es que no está peor. Voy a ducharme y regresaré enseguida. No hace falta que estés allí todo el día…

-Papá-lo corto bruscamente- voy a estar allí todo el tiempo que estéis vosotros. Sois mi familia.

-Lo sé, cariño. Siento habértelo dicho. Sólo quiero evitarte esta agonía.

-Oh, papá-lo abrazo- somos una familia. Y eso supone apoyarse en lo bueno y en lo malo. Po cierto, mamá vendrá esta mañana.

-Sí, lo sé. Me escribió ayer. En media hora nos vamos.

-Bien. Voy a arreglarme.

Me doy una ducha rápida y me pongo unos vaqueros, unas sandalias planas y una camisa de manga corta. Cojo una chaqueta de punto porque ayer me quedé congelada con el aire acondicionado del hospital. No estoy hecha para el frío, qué le vamos a hacer. Me pongo sólo un poco de rímel y brillo de labios. Ayer, me supo muy mal aparecer tan maquillada…Fue todo tan imprevisto. Miro el móvil y tengo varios whatsapps de Fran y Marisa, ambos preocupados por Laura. Les contesto y quedamos en vernos en el hospital por la tarde. Fran, pasará a por Marisa y estarán un rato conmigo.

Llegamos al hospital y veo a Lucas con un hombre muy atractivo. Debe tener la edad de mi madre. Unos 50 años. Es alto, moreno, de ojos grises, con algunas canas y muy musculoso. No sé quién puede ser, pero es de lo más extraño. En ese momento, el desconocido, está atendiendo una llamada. Mi padre y yo, saludamos a Lucas y nos interesamos por el estado de Laura. Todo sigue igual. Observo a Lucas con rabia e inquietud. Hemos pasado una noche hermosa y ahora volvemos a ser unos desconocidos. Son sus cambios de humor a los que ya estoy más que acostumbrada, pero no dejan de doler en lo más profundo de mi alma. ¿Siempre será así nuestra especie de relación?

Instantes después, se presenta mi madre en el hospital. Es Lunes, y como día laborable que es, va ataviada con una blusa blanca, una falda negra lápiz, totalmente ajustada y unos altísimos tacones de aguja. Completan el look unas gafas de Prada Negras y un bolso negro de Hermes.  Sara Lozano, en su pura esencia.  Lleva el pelo suelto, perfectamente secado, salida de la peluquería seguro y sus inseparables perlas blancas. Tiene un tipazo espectacular.  Como ya sabéis, mi madre es presumida a más no poder. Además de botox, peelings y miles de tratamientos anti edad está obsesionada con la dieta, el yoga y el deporte. Toda una ´celeb´. Lo de la dieta, a veces, me mosquea. Tiene una profunda obsesión por la pureza  de los alimentos. Todo lo que comemos es natural, orgánico y sin hormonas. Eso dice ella. Yo estoy segura que la única manera de encontrar carne pura es criando a tus pollos en casa…Tiene una gran aprensión a todos los productos refinados. Incluso al azúcar blanco, que lo considera veneno puro. Ella es fan de la panela. Gracias a Dios, no estoy tan trastornada como ella. Ahora bien, como madre consentidora que es, cuando le pido mis ´Frosties de Kellog´s´, kínder buenos o nutela me los compra, previa perorata de la cantidad de aditivos, conservantes y colorantes que contienen. Parece insufrible, pero no lo es. Sólo es así entre semana. Los ´findes´ se atiborra  a comer frituras y demás grasas no saturadas…

-¡Alicia! ¿Cómo estás, tesoro?-pregunta abrazándome y dándome besos.

-Bien, mamá. ¡Qué ganas de verte!

-Oh mi pequeña…¿Dónde están tu padre y Lucas?

-Los ha llamado el médico. Parece que tenían noticias. ¿Por qué has venido como si fueras a trabajar?

-Oh, querida porque lo voy a hacer. Como tenía que conducir hasta aquí, he aprovechado y comeré con un par de clientes de la zona.

-No paras, mamá…

-Me encanta mi trabajo, no lo puedo evitar-me guiña un ojo.

El atractivo desconocido, acaba su llamada y viene hacia nosotras.

-Vaya, vaya…a quién tenemos aquí. ¿Qué se te ha perdido por aquí, Lozano?-le pregunta a mi madre dándole un repasito con la mirada de arriba abajo.-

-Gutiérrez-lo saluda mi madre levantando las cejas- Eso mismo me pregunto yo.

-Eso no contesta a mi pregunta, pero me extraña que no estés con tus adinerados clientes, inventándote todo tipo de estrategias para que se libren de hacienda y de la cárcel. ¡Qué vergüenza!-espeta.

-Gutiérrez, tengamos la fiesta en paz. Sólo soy abogada, si quieres justicia pídesela a Dios.

Entre ellos existe demasiada tensión. ¿De qué se conocen?

-Un momento, os conocéis?-los interrumpo. Mi vena de periodista cotilla aflora por sí misma. Sobre todo, porque estaba con mi amor.

-Bueno, puede decirse que sí. Gutiérrez es inspector de policía en Valencia-aclara mi madre.

-¿Y de qué conoces a Lucas?-sigo mi tercer grado.

-Eh…Bueno…-divaga-era amigo de su padre.

-¡Venga ya, Gutiérrez! Lucas es el hijo de la actual mujer de mi marido.

-El mundo es un pañuelo, Lozano. Sólo he venido a ver cómo estaba el chico.

-¿También conoces a Laura?-es ahora mi madre la que curiosea.

-Eh…no. Conocí al padre de Lucas, cuando ya estaba separado. Si me disculpáis, debo irme.  Decidle a Lucas, que lo llamaré después para ver cómo sigue su madre. Un placer verte, Lozano y también a ti, Alicia, si no me equivoco.

-Oye, ¿Por qué sabes el nombre de mi hija?-pregunta mi madre ofendida.

-Yo sé muchas cosas, querida-le guiña un ojo con gesto seductor.

Es todo de lo más confuso. Un inspector de policía de Valencia, amigo del padre de Lucas, de la época en la que estaba separado, viene hasta aquí para interesarse por el estado de salud de madre?? Aquí hay gato encerrado.

 

 

Capitulo 31 de ´¿Y si no te odio?´ Novela Romántica

Capitulo 31

Estoy de camino al hospital. La madre de Marisa, se ha ofrecido a llevarnos al contarle lo acontecido. Mi padre y Laura han sufrido un terrible accidente. Gracias a Dios, mi padre ha salido ileso. Laura no ha tenido la misma suerte. En este momento, está en coma luchando por su vida. No he parado de llorar desde que mi padre me ha llamado. Marisa, me coge de la mano y me dice que todo saldrá bien, pero yo no las tengo todas conmigo. También pienso en Lucas. Primero, su padre y ahora esto. Siento un dolor en el pecho que no me deja respirar. Laura es un ser lleno de luz. Siempre ha intentado estar ahí en todo lo que he necesitado…No quiero que nada malo le suceda.

Llegamos al hospital y veo a mi padre desolado. Me intenta explicar entre sollozos lo que ha pasado pero no logro entenderlo bien. Lo abrazo y comparto su dolor con él. Está muy enamorado de ella. Perderla sería un gran golpe del que no se si lograría recuperarse. Le pregunto por Lucas y me dice que está muy abatido. Marisa y su madre se han interesado por Laura pero han entendido que era un momento íntimo de la familia. Me ha preguntado si quería que se quedara pero le he dicho que no era necesario. De haber novedades la avisaría…

Estoy sentada con mi padre en la sala de espera. En ese momento, llega Lucas con el rostro desencajado y sin parar de llorar. En un arrebato, me levanto y me dirijo a abrazarlo. No obstante, antes de llegar a hacerlo, veo como Elisa se abalanza entre sus brazos y llora desconsoladamente con él. Me quedo helada. No sé cómo describir lo que siento. El hombre que más amo en el mundo está destruido. Quiero consolarlo y estar ahí para él, pero me doy cuenta que ni siquiera quiere que lo haga. Me ha escrutado con la mirada. No sabría definir cómo me ha mirado…Sólo he sentido su frialdad y apatía. Me ha dado la sensación de que desearía no verme allí. No ha sido capaz de mantenerme la mirada durante mucho tiempo. En cuanto ha visto que estaba allí, sin saludarme, se ha ido con Elisa a otra zona del hospital. Me siento muy mal. Ver tanto rechazo en sus ojos se suma a la tristeza que ya siento por Laura. Antes de llegar al hospital, me había quitado un poco de pintalabios. No lo veía apropiado en un momento como ese.

Las horas en el hospital son interminables. Le he contado a Fran y a madre lo que ha pasado. Fran, ha venido en cuanto ha salido de trabajar. Lucas, viene cada hora a preguntar si se tienen noticias. No me vuelto a mirar ni una sola vez más. Estoy segura de que me ha visto con Fran aunque ha disimulado muy bien. Mi madre, por su parte, me ha dicho que vendrá mañana. A pesar de todo, mi padre y ella se llevan bien. Quiere apoyarlo y ver cómo estamos. Ahora, estoy sola en la sala de espera. Ni sabe la de pañuelos que llevo usados. Mi padre ha ido a casa a coger ropa para pasar la noche allí. Lucas ha dicho que quería quedarse él con su madre, pero mi padre le ha pedido por favor que le deje hacerlo a él. Parece que al final ha accedido.

De repente, Lucas entra y se sienta a mi lado. No sé cómo reaccionar. Ha estado todo el día evitándome.

-¿Cómo estás?-le pregunto mirando al suelo.

– No tengo palabras para explicarlo-contesta escuetamente.

-Entiendo.

-Eh-dice alzando mi barbilla y secando mis lágrimas con sus manos-va a salir de ésta.

Lo miro a los ojos y me pierdo en ellos. Se supone que soy yo quien debería consolarlo a él, pero acaba siendo del revés.  Me lanzo a sus brazos y entre sollozos le digo:

-No puede pasarle nada, Lucas. A ella no. La adoramos todos…No es justo.

-Lo sé, princesa-dice al tiempo que me acuna en su pecho y comparte su dolor conmigo.

 

 

 

 

Capítulo 30 de ´¿Y si no te odio?´ Novela Romántica

Capítulo 30

Intenté hablar con Lucas anoche, pero fue imposible. Cerró su habitación con pestillo y me pidió que lo dejara en paz. Me siento tan mal…Me he pasado la noche llorando. He cometido un grave error y no sé cómo remediarlo. Esta mañana, bien temprano, lo he escuchado irse con su moto. Probablemente, haya ido a trabajar, aunque tiene unos horarios muy extraños. Sigo tirada en la cama, pensando y repensando cómo puedo hacer que Lucas entre en razón. Fue una estupidez besar a Fran, lo sé…pero estaba enfadada y se había portado demasiado bien para merecer ese desprecio por mi parte. No tenía tan poco tacto.

Miro mi móvil y tengo varios whatsapps, ninguno de Lucas, por supuesto:

-Marisa: ´Por el amorrr de esa mujer…somos dos hombres con un mismo destino´ jajajaj Buenos días xatung! Comemos en ´La Tagliatella´ y me cuentas tus aventuras con esos dos hombretones, cada cual más buenorro? Si al final hicisteis un trío y estáis descubriendo cosas nuevas…Lo dejamos para mañana! J´.

-Fran: ´Buenos días, Princesa! Ayer me lo pasé genial…Espero verte hoy! Trabajo hasta las siete, te doy un toque después (icono del beso con corazón).

-Diego: ´Dónde te metes, bombón? Esperaba verte ayer…

El primero que leo es el de Marisa. Comoe no, mi gran amiga siempre sabe sacarme una sonrisa en los momentos difíciles. Respecto a Fran, mi sentimiento de culpabilidad aumenta. La he cagado pero bien…A Diego no le voy contestar. En otro momento de enfado con Lucas, lo hubiese hecho para tocarle las narices. Sin embargo, ahora, todo es distinto…Quiero hacer las cosas bien. Contesto a Marisa y Fran:

-Marisa: ´Jajaja estás fatal! Nada de tríos…Quedamos a las dos en la playa y acudimos andando?

-Fran: ´Hola, Fran. Yo también me lo pasé bien…No sé si hoy podré verte! Hablamos después (icono de sacar la lengua)´

Leo y releo el mensaje de Fran antes de enviarlo. ¿Parece bastante impersonal no? No quiero que piense que estoy interesada en él…Mi conciencia me recuerda:´ Que ayer lo besaras no es un indicio de ello´. Doy un bufido y escribo un último whatsapp:

-Lucas: ´Sé que no ha estado bien lo que he hecho…Por favor, dame la oportunidad de explicártelo. ¿Nos vemos después de comer?´

Lo envío y me quedo como una boba mirando el móvil hasta cerciorarme de que lo ha leído. Como era de esperar, ni me ha contestado, ni tampoco lo hará.

Me  doy una ducha para despejarme y me arreglo un poco. Si Lucas no quiere contestarme no se va a librar de mí tan rápido. Iré a la posta a buscarlo sin avisar…Sólo espero que no encontrarme a Fran.¡ Qué difícil va a ser esto!

Me pongo unos shorts vaqueros que sé que me quedan bien, una camisa blanca que realza mis prominentes pechos y unas sandalias marrones. Creo que tengo más tetas que antes y eso sólo puede significar una cosa: he engordado algún kilito. No tengo el período y no estoy embarazada así que…A partir de mañana, como cada Lunes, saldré a correr. Me maquillo bastante. Es de día y no sería necesario pero las situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas. Me hago un buen ´contourning´ con el maquillaje, el iluminador y los polvos, un eye linner muy marcado sólo en la parte de arriba  y, finalmente, recurro a mi adorado ´Lady Danger ´ de Mac para mis labios. Me observo en el espejo y me gusta lo que veo… ¡Qué sería de nosotras sin estos milagrosos productos! Hace una hora tenía unas ojeras y una cara que daban miedo. El pelo decido recogérmelo en una coleta alta.

Cojo el bolso que va a juego con las sandalias, que mi divina madre se ha encargado de combinar y salgo de mi casa con mis gafas de sol ´Fendi´. ´Lucas te voy a reconquistar sí o sí…´ repito en mi mente como un mantra.

En la pizzería, mientras nos traen la comida, Marisa no sale de su asombro. Hemos pedido una ensalada de langostinos para compartir y mi pizza favorita la ´La mezza Luna´. Está buenísima si sois grandes amantes del ´pesto´. Acompañado de un buen vino blanco. Cuando salimos a cuidarnos no nos falta detalle. Le cuento a Marisa con detalle los acontecimientos de la noche anterior y se queda con la boca abierta.

-¿Qué te dio a entender que eras su vida?? ¡Jesús! ´Morbo Man´ tiene corazón y te lo ha servido en bandeja de plata. Oh…es tan bonito-suspira.

-No te anticipes porque le dije que besé a Fran y sentí un vacío en el pecho…No quiero ser dramas pero te lo juro jamás me ha había sentido así.

-Buf…Estabas enfadada, no es tan grave. Además, quién te dice a ti que no viniera de echarle un polvo a Elisa. Son muy cabrones, Alicia y después con ese chantaje emocional nos hacen sentir como si fuéramos basura…-dice con cierta melancolía. Apuesto a que piensa en Rubén…

-Ya lo sé pero no lo puedo asegurar…Además, fui una estúpida por la tarde jugando al numerito de los celos con Fran.

-A mí me parece muy gracioso-se ríe- Fran es tu premio de consolación. Ya te lo dije. Si esto fuera una relación normal, de esas que estamos acostumbradas a ver, Lucas sería tu gran calabaza. La mayor parte de las relaciones que tienen mis amigas nacen de ellas…Grandes calabazas que les dan quienes de verdad les ponen. De ahí, de ese estado de bajón, tristeza, ansiedad, surgen los llamados premios de consolación, es decir, los tíos que son una clara opción de B, pero dadas las circunstancias, tu estado anímico y su preocupación continúa por ti hacen que los veas con otros ojos.

-Vaya, me impresionan tus análisis-digo impresionada- A veces tienes grandes pensamientos…

-Soy una visionaria, querida. Cuando te han destrozado el corazón, te dedicas a eso a analizar situaciones e intentar ser un poco feliz. Por cierto, tengo una cita ´tinder´ esta noche.El susodicho mide metro noventa, es moreno…

-Sí vamos…un Rubén dos-la interrumpo- Deberías cambiar el perfil para no estar constantemente recordándotelo a ti misma…-le aconsejo.

-Ya lo sé…pero créeme no me hace ninguna falta un tío para recordarlo. Lo hago cada día…Me fustigo a mí misma evocado aquél tiempo en el que fui tan feliz. Voy a dedicarme a salir con tíos, tener citas y follar mucho…Y si alguna vez alguno me hace sentir un cuarto de lo que él provocó, y sea correspondida claro está, entonces me daré una oportunidad en el amor…Hasta entonces, brindemos por mi vida alegre-dice levantando su copa, con los ojos achispados por el alcohol.

-¡Brindemos!-hago lo propio- ¿Por qué crees que mi relación con Lucas no es como esas que estamos acostumbradas a escuchar?-pregunto curiosa.

-Porque Lucas está enamorado de ti desde que te vio. Nunca lo he visto mirar a Elisa como te mira a ti…Y, siempre ha estado presente, aunque fuera para protegerte. Se esconde en esa coraza de tipo duro, pero a leguas se ve que no es feliz. Debe estar metido en algo turbio de lo que no quiere hacerte partícipe-contesta con serenidad.

-Yo también lo he pensado, sobre todo, a raíz de su última conversación…No puedes hablar de esto con nadie-le ordeno.

-¿Estás tonta? Nunca le comento nada de lo que me dices a nadie. Y sé que tu tampoco lo haces…¿Es lo que hacen las amigas no?

-Sí…Sólo quería puntualizarlo-sonrío. Es mi mejor amiga y le doy gracias a Dios por tenerla en mi vida.

-¿Y cuál es tu plan de actuación? Porque ponerte así de sexy para comer conmigo lo veo excesivo-sonríe levantando las cejas.

-Lo sé-me rio- pienso ir a buscar a Lucas a la posta de socorristas y exigirle que hable conmigo. Necesitaba seguridad en mí misma para no derrumbarme ante él y he decidido que con este atuendo algo lascivo tengo que provocarle…¿No crees?-le pregunto traviesa.

De repente suena mi móvil. Veo que es mi padre qué raro…

-¿Si?

-¿Cómo? ¿Está…bien?-las lágrimas empiezan a brotar de mis ojos y noto como la sangre se congela y mi corazón late con dificultad.

Capítulo 28 y 29 de ´¿Y si no te odio? Novela Romántica

Capítulo 28

Acaba de sonar el timbre. Me pregunto quién será. Inevitablemente y no quiero parecer paranoica, me imagino que es Elisa. Lucas lleva todo el día conmigo…No sería raro que hubiese venido a comprobar que está en casa.  Bueno sí lo sería…pero teniendo en cuenta esas cosas tan extrañas que hace a veces, yo si fuese ella, me habría pasado.

-Alicia-dice Lucas llamando a la puerta.

-Vete-espeto.

-Fran está abajo. ¿Le digo que se vaya?-pregunta muy animado.

-No, ahora bajo. Dile que espere un momento.

Uff ¡Fran! Olvidé contestarle el mensaje…Soy lo peor. Un chico me trata bien, me cuida se preocupa por mí y yo apenas lo tengo en consideración. Por el contrario, tengo a otro que me hace llorar, sufrir, ser muy feliz en ciertos momentos y muy desgraciada en la mayoría…¿La ecuación está clara no? ¿Por qué narices no puedo olvidarme de él y darle una oportunidad a Fran? Está reflexión me la he hecho muchas veces, como sabéis, pero cuando me pasan estas cosas la rabia me consume y me da fuerzas para tomar la decisión correcta.

Salgo del baño y Lucas está apoyado en la pared, cabizbajo, tocándose el puente de la nariz. No finge. Aunque no entienda en absoluto por qué me trata así y se niega a que pueda haber algo ´normal´ entre nosotros, sé que no lo está pasando bien.

-¿Vas a bajar así?-inquiere enfadado.

-¿Así como?-pregunto haciéndome la tonta. Sé que se refiere a que llevo un pijama sugerente y no llevo sujetador. De hecho, iba a ponerme uno, pero dadas las circunstancias no me lo voy a poner. Que le den.

-¿No te…vas…? Bueno ya sabes…que no llevas…sujetador…-dice finalmente con vergüenza.

-No. Voy a bajar así. ¿Pasa algo? Ya le he besado, es cuestión de tiempo que pase algo más…

-Entiendo-asiente mientras resopla y se mete en su habitación dando un portazo.

Fran está sentado en el sofá. Va guapísimo, con unos vaqueros cortos, un polo negro y unas mallorquinas beige. Siento un poco de vergüenza al recibirlo así, pero me apetece que Lucas se muera de celos. Siempre busco una reacción suya. Debería dejar de hacer estas cosas y simplemente pasar página, pero ¿Por qué somos así las mujeres?

-Alicia-me saluda sorprendido, dándome un beso en la mejilla.

-Hola, Fran. Siento no haberte contestado. He estado con fiebre y no me encontraba demasiado bien…-trato de excusarme aunque suene patético.

-Me lo ha dicho Marisa…Como no me contestabas, la he llamado y me ha dicho que no te encontrabas bien. He ido al videoclub y te he traído una peli…La podemos ver juntos, si quieres.

-Claro, sería perfecto-sonrío.

-¿Has estado llorando?-pregunta preocupado.

-No. Bueno…tenía congestión más que nada…-miento por no decirle sí, Lucas me ha roto el corazón de nuevo.

-¿Qué peli has traído?-pregunta mientras preparo el DVD.

-´El mito de Bourne´, no sé si la has visto…

-No, de hecho tenía ganas de verla. Cuando la estrenaron no pude ir al cine y siempre la he tenido en pendientes…

-Perfecto, entonces-sonríe él.

Nos sentamos en el sofá uno al lado del otro. Ni muy cerca ni muy lejos. Está situación es muy incómoda, sobre todo, teniendo en cuenta que Lucas sigue en casa.

¡Oh, no…por favor! Lucas acaba de bajar y se ha sentado en uno de los sillones. Se ha cambiado. Lleva una camisa blanca de manga corta, unos vaqueros y unas converse verdes. Parece sacado de una revista de moda, como siempre.

-Ponéis una peli y no me avisáis…qué poca consideración-espeta con desdén.

¿Esto va en serio? Ha tenido la santa cara de bajar a ver qué hacemos…Me pone muy negra.

-No sabíamos si te apetecería…como siempre tienes tantas cosas que hacer…-digo con sarcasmo.

-¿Qué veis?- pregunta Lucas, ignorando mi comentario y esforzándose por no mirarme las tetas sin sostén. Esto va a ser divertido.

-`El Mito de Bourne´-contesta Fran, cortante. Es consciente de que le acaba de joder sus planes y no le ha sentado nada bien.

Ni que decir que no me estoy enterando de casi nada y es una pena porque la peli es interesante, pero entre Fran a escasos centímetros y Lucas a un lado, en uno de los sillones con los brazos cruzados, el ceño fruncido y desafiándome con la mirada, no puedo concentrarme.

Esto parece una partida de ajedrez.  Ha sido un buen movimiento por tu parte Lucas, pero a ver qué haces ahora…Cojo un cojón, lo pongo la entrepierna de Fran y reposo mi cabeza en el sé.

-Así estoy más cómoda-le sonrío a Fran guiñándole un ojo al tiempo que observo la reacción de Lucas.

Lucas se tensa, traga saliva y aprieta los puños con fuerza. Lo estoy llevando al límite y me gusta verlo así de celoso. Por su parte, Fran, ha empezado a acariciarme el pelo con sus manos. Oh…esto no puede ser más perfecto. En el momento en que sus manos tocan mi pelo, Lucas se levanta con ímpetu, coge las llaves de la moto y sale de casa dando un portazo. El segundo del día.

-¿Qué le pasa a este?-me pregunta Fran

-Ni idea…parece que no ha tenido un buen día-me encojo de hombros.

Fran y yo seguimos viendo la película en silencio. Yo trato de mostrar interés, pero mi mente está con él. ¿Por qué no podrá ser todo más fácil? Seríamos tan felices…Nos he imaginado mil veces, viviendo juntos, en un piso pequeño, muy acogedor, decorado por ambos…Él trabajando como policía, yo como periodista en algún periódico decente…Las imágenes se suceden rápidamente en mi mente y, sin darme cuenta, esbozo una amplia sonrisa.

-¿De qué te ríes, Ali?-pregunta Fran, acariciándome ahora el cuello.

-Ah de nada, me acabo de acordar de algo que me contó Marisa…-miento como una bellaca.

Justo en ese momento, termina la película.

-¿Te ha gustado?-me pregunta Fran mirándome con devoción. Joder. Esto es lo que sigue a un buen revolcón y no me apetece nada.

-Mucho-sonrío-ha estado muy bien.

-Sí, es muy buena, se limita a decir.

-¿Qué hora es?-inquiero por decir algo y romper este momento de tensión-amor.

-Las nueve. ¿Te apetece que cenemos por ahí?-propone.

Sopeso la idea. Por una parte, no tengo ganas de cocinar y, dado que sino ceno con él, lo haré sola, acepto su oferta. Subo a mi habitación y me pongo un vestido camisero rojo con unas cuñas camel.  Me maquillo un poco, lo justo para disimular ojeras, un poco de rímel y brillo de labios. Hoy no es mi día. No tengo ganas de arreglarme en exceso…

-¡Qué guapa!-exclama Fran al verme en el salón.

-Gracias.

-He reservado en un japonés. No sabía si te gustaría…-se encoge de hombros.

-Genial. Me encanta el sushi-digo dándole un inocente beso en la mejilla.

´Alicia, esto que estás haciendo, no está nada bien´, me susurra mi conciencia.

Capitulo 29

La cena esta deliciosa. Hemos pedido una ensalada, un tartar de atún, varios makis, sashimi y unos dulces deliciosos. La conversación ha sido muy fluida. Fran es un encanto.Está estudiando derecho. Durante el verano, trabaja como socorrista para tener sus propios ingresos, pero sabe que algún día tendrá que dejarlo. Le hablo de mi madre. De las jornadas maratonianas que dedica a su profesión y de lo contenta que se pone cuando gana un caso. No le gusta perder ni a las canicas…Por cierto, la tengo que llamar. No le he dicho ni que he estado enferma.

Me he planteado que quizá sí podría ser feliz con Fran. Es guapo, buena persona, tiene aspiraciones en su vida, me trata bien, le gusta ´Big bang theory´, el cine…¿Qué más se puede pedir? Ah sí, que sea Lucas y además sea un empotrador devora vaginas. Esto es horrible. Cada vez que intento alejarlo de mi cabeza vuelven esas sensaciones que me provoca, sus caricias, sus besos…todo él regresa a mí para recordarme que estoy perdidamente enamorada de él.

Llega el momento de la despedida. Ese de lo beso sí  o no, sí o no…No voy a negar que me divertido, pero si lo beso…¿Estoy haciendo bien? ¿Qué podría interpretar? Por primera me siento en la otra piel. Muchas conversaciones con mis amigas solteras y con aquellas no tan solteras como mi adorada Marisa, se centran en cuestiones tan debatidas como: ´si me dijo que conmigo era especial mientras estábamos follando, eso significa algo no?´ o ´Me besó al dejarme en casa, me llamará no?´ Esas cosas que hacen los chicos que, para ellos no son significan nada y para nosotras lo son todo. Pequeños gestos que desembocan en largas conversaciones de whastapp, acerca de si, basándonos en su actitud, podríamos o no considerar que el susodicho en cuestión siente o no algo por ti. Pues bien, basándome en mis propias argumentaciones lo correcto sería no besarlo. Si un chico, después de una cita, te lleva a casa y te besa, eso significa algo. No sabría determinar el qué exactamente, pero algo bueno. Lo de polvos lo vamos a dejar ahí…Las experiencias de mis amigas solteras, no la mía claro está porque llevo con Pablo unos años, nos corroboran que nunca hay que creerse nada que te diga un tío antes, durante e inmediatamente después de echar un buen polvo. Todo poesía…

Tras mucho pensarlo en el coche, al final no he podido evitar besarle. Lo he hecho un poco por educación. Después de todo, ¿qué iba hacer? ¿Una cobra descarada? No. Acabo de aplastar las teorías que sostienen que un beso después de cita, significa algo. En este caso, igual que en muchos, ha sido decoro, educación, amabilidad…Bueno, por hacer alguna concesión, evidentemente, aunque no esté enamorada de Fran, no me es indiferente. Es guapo y me atrae, pero no siento nada por él…

Cuando entro en el salón, me encuentro con Lucas sentado en el sillón con una botella de whisky. Mierda. Lo ha vuelto hacer, ahogar sus penas en el alcohol.

-¿Lo has pasado bien Alicia?-pregunta con sorna.

-Sí, muy bien…Hemos cenado japonés-sonrío cínicamente.

-Me importa una mierda lo que hayáis cenado-dice muy serio.

-Ah bueno, como me has preguntado si lo he pasado bien…

-¿Te ha besado?-pregunta sin mirarme y dando un sorbo a la botella.

-No creo que te importe, Lucas. Me voy a dormir estoy cansada…-no creo que sea bueno que hablemos en ese estado. Me apetece discutir eh, no os creáis…Prefiero la guerra con él a la paz de su ausencia.

-¿No me vas a responder eh?-dice levantándose y acercándose a mí.

-Llevo toda la tarde con él y sólo me preguntas si lo he besado…vaya, estás perdiendo facultades…

-¿Quieres dejar de provocarme?-me grita dando una patada al sofá- Te crees que me gusta esto no? Arrojarte a los brazos de ese capullo porque yo no te puede tener…Nadie me entiende joder…-se le escapa una lágrima y yo me derrito ante ese hombre atormentado que sufre, que aunque trate de esconderlo veo en sus ojos cuánto me ama.

-No llores, por favor-digo cogiéndolo de la mano. Verlo llorar me desarma totalmente. Tenía munición de sobra, pero me duele verlo así- Lo siento. No sé cómo actuar contigo.

-¡Esto es una jodida mierda, maldita sea!-dice sollozando, al tiempo que se sienta en el sofá- No puedes entender cómo me duele esto…¿Has disfrutado no? Viendo como me sacabas de mis jodidas casillas mientras él te acariciaba el pelo…

-Lo siento, vale. Estaba enfadada. ¿Cómo me he sentido yo? Tengo que aceptar que no sea suficiente para ti…Que siempre vas a necesitar a Elisa. ¿Qué me ofreces Lucas? ¿Unos cuántos revolcones al mes?-no quiero ser tan dura pero debe entender mi postura.

-Eso soy para ti, Alicia,¿ unos cuantos revolcones y nada más?-me mira con ira y limpiándose las lágrimas. Yo también estoy llorando…Verlo así me destroza, pero  necesito aclarar esto de una vez por todas.

-Yo no he dicho eso…sabes que eres todo, ese es el problema.

-Sí, ya…cuéntaselo a otro. No sabes lo que es sentir cómo te quemas por dentro al ver a tu chica con otro y, a la vez, tener que aceptar que lo mejor para ella es quedarse con él.

-¿Quién dice que él es lo mejor?-pregunto alzando la voz, me está poniendo de los nervios.

-Lo digo yo…Además, llevas toda la tarde con él…Te ha acariciado el pelo, te ha tocado delante de mis narices y sin llevar sujetador, te juro que le habría arrancado la cabeza…

-Lucas, para. No ha pasado nada entre nosotros. Lo he hecho porque estoy desesperada…Quiero que reacciones, que confíes en mí, necesito saber de qué va todo esto…

-Nunca lo sabrás, porque saberlo te pondría en peligro…No voy a arriesgar así mi vida. No puedes entender que mi vida eres tú, Alicia.  Estoy destrozado y tú sólo sabes que provocarme…¿Lo has besado?-vuelve a insistir.

Me acaba de decir que soy su vida…¿Qué más quiero? ¿Puedo mentirle después de eso? Total lo he besado, por educación…¿Es entendible no?

-Sí…por educación, Lucas-palidezco. No es justo conmigo, pero va algo borracho y, a veces es un puñetero cavernícola.

-Bien-se limita a decir. Veo la decepción en sus ojos. Me siento como una mierda. No tendría por qué…Fue él quien me insinuó que fuéramos amantes. Pensaba que era porque no sé…tenía un vínculo especial con Elisa. Una conexión física o psíquica que nunca podría romperse. Algo parecido a lo que le sucede a Marisa con Rubén…Sin embargo, eso de ´saberlo te pondría en peligro´, ´No puedes entender que mi vida eres tú´ a qué había venido.

-Nadie besa a nadie por educación, Alicia. Buenas noches.

-Lucas, espera-sollozo cogiendo su mano-tienes que entenderme…estaba enfadada, dolida…

En ese momento, aparta su mano de la mía y siento un vacío en mi alma que no me deja respirar.

Capítulo 27 de ´¿Y si no te odio?´ Novela Romántica

Capítulo 27

Me desperté y no encontré a Lucas a mi lado. ¡No por favor, otra vez no! Volvíamos a lo de siempre. Me lavé los dientes, me di una ducha rápida y bajé rápidamente a la cocina. El corazón me dio un vuelco. Lucas estaba haciendo tortitas, con un delantal de su madre y sólo con el bóxer negro puesto…¡Madre mía! Estaba arrebatador, tan relajado y cantando una canción de ´U2´. Me encantaba verlo así, contento y feliz. Estaba muy concentrado, ni siquiera notó mi presencia. Me aproximé, y lo abracé por la espalda.

-¿Me preparas el desayuno?-le pregunté juguetona dándole un beso en el cuello.

-Mm…-ladeó la cabeza mostrándome lo que le había gustado mi inesperada caricia.

-Por fin te has despertado, dormilona…-murmuró mientras me cogió en brazos y me subió al banco de la cocina. Joder no estaba preparada  para estas emociones tan fuertes a primera hora del día.

-Sí, no me ha gustado nada no verte a mi lado…-lo reprendo.

-Me he cansado de contemplar tu sueño…eres adorable cuando duermes, pero llevo mirándote mucho tiempo-dice al tiempo que deposita un reguero de besos sobre mi cuello.

-Ah si…-gimo-pues no te está permitido observar mi sueño-le advierto cogiéndolo por el pelo y dándole un buen beso de buenos días. Sé que lo he puesto cachondo porque noto como se agita su respiración y su pene se endurece.

-Dime, ¿qué me está permitido hacer, señora?-ha entrado al trapo enseguida. Sí, me he leído ´50 sombras´ y me apetece jugar a las sumisas. Con una diferencia, hoy seré ama.

-Nada de señora, ama-lo corrijo rápidamente cogiéndolo del pelo y echándole la cabeza hacia atrás. Mis movimientos son bruscos, pero parece que su excitación es cada vez mayor. No sé si ha jugado alguna vez a este tipo de juegos, yo, desde luego que no, pero con él quiero descubrir cualquier placer que pueda dar el sexo, toda la intensidad del amor y de la pasión.

-Quiero que me desnudes y me trences el pelo-le ordeno.

-Sí, ama.

Obedece en todo lo que le digo y yo no puedo estar más cachonda. Me trenza el pelo con suavidad, acercándose mucho a mí pero sin llegar a tocarme. Entiende el rol del juego. Yo ordeno, el obedece.

Estoy desnuda, a su merced, con el pelo trenzado y sentada en el banco de la cocina. Lo miro con deseo de arriba abajo, bajo del banco y le quito con brusquedad los bóxers. Siento su excitación en mis ojos que me imploran que lo toque. No me apetece torturarlo y mirándole a los ojos comienzo a hacerle una mamada de manual.  Lucas se sorprende ante mi reacción y comienza gemir. Sé que le apetece tocarme el pelo pero no se lo he pedido. Noto su pene erecto en mi boca. Es delicioso. Sabe a recién duchado, está limpio y húmedo para mí. Cuando veo que está a punto de correrse, paro en seco y sigo besándole por su abdomen, recorriendo todo su cuerpo hasta llegar a sus labios. Lucas me besa con devoción probando su sabor mezclado con el aroma mentolado de mi dentífrico dental.

-Ali…-intenta hablar, probablemente para decirme que no puede más.

-Sh…-pongo un dedo en sobre sus labios-Nadie te ha ordenado que hables. Fóllame sobre la mesa de cocina y haz que me corra para ti-le digo con todo el morbo que soy capaz de pronunciar.

-Sí, ama.

Lucas obedece y me folla como una bestia sobre la mesa. Me corro en un orgasmo desgarrador y después, él hace lo propio sacando su pene de mi vagina y extendiendo su semen por mi vientre. Ha sido fascinante ver su cara mientras alcanzaba el clímax acariciándose a sí mismo. Una imagen, sin duda, que emplearé en mis noches de soledad cuando, sin tenerlo a él, deba consolarme a mí misma.

El resto del día lo pasamos follando (creo que no voy a poder sentarme sin sentir dolor en unos días), comiendo y disfrutando el uno del otro. Ahora estamos viendo ´Pretty Woman´. He elegido yo la película, como no. Lucas ha renegado porque prefería ver un thriller, pero le he dicho que mejor por la noche. No podemos hacer mucho…Aunque estoy mucho mejor, no me parece apropiado irme a la playa o la piscina. Además, no sé por qué a Lucas parece entusiasmarle que no podamos salir de casa.

Acaba de recibir un whatssap y se ha puesto muy serio.

-¿Qué pasa? ¿Quién te ha escrito?-hago la pregunta y al instante me arrepiento de haberlo hecho. Elisa. No me había acordado de ella en todo este tiempo. Creo que ha llegado el momento de tener la conversación que estamos tratando de evitar a toda costa.

-Nadie, no pasa nada-sonríe falsamente.

Estamos acostados, uno a cada lado del sofá. Me  hace cosquillas en las piernas y trata de aparentar que todo está bien, pero sé que algo le preocupa.

-Lucas, sé que no te apetece hablar de esto, pero piensa un poco en mí…Necesito saber qué va a ser esto.

-Alicia,-se pasa la mano por el pelo-sé que necesitas que te diga que voy a dejar a Elisa y vamos a ser muy felices, pero no puedo hacer eso. Primero, lo de Elisa es más complicado de lo que parece y, segundo, has olvidado que somos hermanastros. Creo que a tu padre no va a hacerle ni puta gracia lo que ha pasado entre nosotros.

-Me da igual mi padre. No voy a renunciar a ti por nada y si me tengo que enfrentar a todos lo haré. Lo de Elisa no sé qué tipo de complicación tiene. Hablas con ella, le dices eso que está ahora de moda de ´se acabó el amor´ y punto.

-No puedo hacer eso. Quizá debería habértelo dicho antes de que pasara algo entre nosotros…-intenta disculparse.

-Pues sí, Lucas podrías haberlo hecho. Me estás diciendo en mi cara que te gustar follarme y estar conmigo, pero no tienes suficiente y también necesitas a Elisa. ¿Cómo quieres que me sienta?-digo agitando las manos y con lágrimas en los ojos.

-Alicia, por favor, no llores…-me implora. Lucas se acerca e intenta secarme las lágrimas, pero le doy un manotazo y le grito:

-No me toques.

Acto seguido subo al baño y me encierro allí para que no me vea llorar. Necesito desahogarme y analizar cada palabra que me ha dicho. Me siento desbordada. Estaba siendo todo tan perfecto…Nunca he sido tan feliz y me encuentro en la tesitura de decidir si acepto calentarle la cama y pasar más tiempo con él, o por el contrario trato de arrancarlo de mi corazón. En este momento, no me veo capaz de hacer ninguna de las dos cosas.

Capítulo 25 y 26 de ´¿Y si no te odio?´

Capítulo 25

Después de comer, ha venido Marisa y mis expectativas se han truncado por completo. Esperaba pasar la tarde abrazada a Lucas, viendo pelis mientras él me acariciaba el pelo. Así empezaban mis planes. Como acababan os lo podéis imaginar…Sin embargo, justo cuando Marisa ha llegado, nos ha dicho que tenía que hacer unas cosas. Esas extrañas cosas que hace que ya me están mosqueando.

-¿Entonces estáis juntos?-me pregunta Marisa sacándome de mis ´neuras´.

-No. Sólo ha cuidado de mí porque tengo fiebre-intento explicarle.

-Ya…pues os he visto muy bien…

-Déjalo, Marisa. No merece la pena ni que lo comentemos. Tengo casi 40 de fiebre y me ha dejado sola…

-No te lo crees ni tú…Tienes buen aspecto. Quizá tengas unas décimas, pero 40? Estás flipando Alicia…

-Vale…Es solo que…no sé, me apetecía pasar la tarde con él y siempre pasa algo que nos separa.

-Tranquila, lo tendrás aquí esta noche-intenta consolarme Marisa.

-¿Sabes algo de Fran? Me ha escrito pero aún no le he contestado.

-Sí. Al no contestarle, me ha preguntado si sabía algo de ti.

-Ahora le contesto. No me apetece verlo. Después de haber pasado unas horas con Lucas, sé que no es con Fran con quien quiero estar. Debo parecer patética-me compadezco de mí misma.

-Alicia, es normal. Estás enamorada de Lucas, como yo de…bueno del innombrable que ni siquiera alcanzó a pronunciar. Pedro, Alberto…no son más que premios de consolación, pero en realidad nunca llegan a fascinarme como él…He tomado una decisión…Voy a dejar a Pedro-me dice muy seria.

-¿Qué? ¿A qué viene ese acto de madurez? Me estás dejando alucinada.

-Pues no sé…después del desengaño de Alberto, de jugar así con Pedro…me he dado cuenta de que intento convencerme a mí misma de una felicidad que no existe. Desde Rubén, no he sabido lo que es el amor. Me dedico a sobrevivir y a tener cierta comodidad en mis relaciones, pero no siento las famosas mariposas en el estómago. Quizá me deba resignar a eso, a no tener amor y sólo comodidad, pero quiero pelearlo más. Abrir horizontes…Bueno, que he pensado que me voy a instalar ´tinder´ en el móvil-termina su reflexión con una amplia sonrisa.

-Solo tú puedes iniciar una reflexión de tal calado y acabarla con ´me voy a instalar tinder´-me rio.

-¡Así es la vida chatunga! Estoy mal emocionalmente, pero necesito tener esperanza. Por eso, debes finiquitar lo que sea que tengas con Fran, porque no es más que tu quiero y no puedo.

-Lo sé, Marisa…No sé cómo hacerlo…es un verdadero cielo. Y no sé…igual estoy en ese grupo de personas que están condenadas a vivir la fase cómoda del amor…Buf que complicado es todo.

-No estás en ese grupo Alicia, te lo aseguro. Ahora bien, la parte de sentir también tiene sus inconvenientes…No sabes lo que duele que lo más quieres en el mundo te abandone…-añade Marisa con los ojos llorosos.

Recuerdo lo mal que lo pasó con Rubén y también lo extraordinariamente feliz que fue con él. Nunca entendí bien por qué lo dejaron pero hasta hoy se había convertido en un tema tabú. Supongo que comenzar a exteriorizar sus verdaderos sentimientos era un paso en esa especie de terapia que abandonó meses atrás…

-Creo que deberíamos ver un pastelón de esos de chicas con final feliz que nos haga creer  que hay esperanza. ¿Te parece?-sugerí.

-Si sí…hace una tarde preciosa para ver ´El diario de Noa´ y atiborrarnos a helado de chocolate-comenta mientras saca el helado del congelador.

Capítulo 26

Ha sido una tarde perfecta. Marisa y yo nos hemos puesto las botas con el helado y hemos disfrutado de lo lindo viendo ´El Diario de Noa´ y ´Dirty Dancing´.  Casi  nos sabemos de memoria los diálogos de ambas películas. Ni se sabe las veces que las hemos visto. He estado mirando mi móvil, muy a menudo, por si recibía algún wahtsapp de no sé…Lucas? Pero no he tenido suerte. Ni mensaje, ni llamada, ni nada. Buf…Marisa ha insistido en quedarse a cenar, pero le he dicho que no era necesario. Para ser sincera, le he dicho que quería estar sola por si venía Lucas y lo ha entendido perfectamente. El problema es que son más de las once y Lucas no aparece. Se me ha pasado por la cabeza llamarle, pero mi orgullo no me deja ni intentarlo. Sabe que me siento mal…¿Qué puede ser más importante que yo? Estoy mucho mejor, eso es verdad pero tenemos la oportunidad de estar juntos y se pira toda la tarde-noche? Buf…tengo un cabreo que no me aguanto ni yo.

Oigo su moto y corro velozmente hasta mi cama. Apago la luz y finjo estar dormida. No quiero ni que me dirija la palabra, estoy muy enfadada.

-¡Alicia!-grita.

´Ya puedes gritar, porque no te voy a contestar´.

Puedo sentir cómo me busca por la casa hasta que llega a mi habitación. Enciende la luz y contempla cómo me hago la dormida.

-¡Alicia! ¿Cómo estás?¿ Sigues teniendo fiebre?-pregunta mientras coloca su mano en mi frente.

-Estoy durmiendo.

-Si lo estuvieras no me hablarías-apunta.

-Déjame en paz-espeto con los ojos cerrados.

-Venga ya Ali-no lo veo pero apostaría que se está pasando la mano por el pelo- ¿Vuelves a estar enfadada?

-Lucas, déjalo ya. Estoy bien. Era tu misión, cuidarme mientras estaba enferma pues enhorabuena, ya la has cumplido. Puedes irte-lo miro a los ojos y no tiene buen aspecto. Su labio está hinchado y sus nudillos ensangrentados. Joder. Ya ha vuelto a las andadas.

-Lo siento vale. Tenía que hacer unas cosas importantes y no podía desatenderlas.

-Sí ya veo. Tenías que meterte en otra pelea como el macarra que eres no? Siempre igual. Pensaba que eso ya había acabado…-le grito.

-¿Eso piensas no? Que soy un jodido macarra que no tiene dónde caerse muerto…-dice agitando las manos en el aire.

-Yo no he dicho eso…-intento recular.

-Da igual, estás bien no? Pues me alegro. No te molesto más.

-Bien.

-Bien.

Ha pasado una hora y no me puedo dormir.  Lucas se ha duchado y ha comido algo. Bueno, eso he intuido por los ruidos que he oído. Yo sigo en mis trece…Creo que me he pasado…Se lo merece. Si no hubiese ido a ningún lado, nada le habría pasado. Estoy a punto de salir a su habitación y meterme en su cama sin decir nada. Sin embargo, no tengo que hacerlo porque es él que viene a la mía.

-¿Quieres que me vaya?-pregunta con una voz casi inaudible.

-No.

La luz está apagada pero veo que sólo lleva puestos sus bóxers negros. ¡Ay madre! Al principio, sólo se mete en la cama y se mantiene alejado. Poco a poco, comienza acariciarme el pelo y acabo sintiendo todo su miembro en mi espalda.

-Eres preciosa-me susurra- Haces que me vuelva loco y cometa errores que jamás me perdonaré…

No sé de qué demonios habla pero mi mente ya no puede pensar con claridad. Su respiración comienza a acelerarse y noto como sus manos acarician lentamente mi cuerpo. Se detiene en mis bragas. Poco a poco va introduciendo sus dedos en mi interior, al tiempo que estimula mi clítoris. Gimo de placer mientras lo beso. Un beso que lleva todo el día esperando… Mis pensamientos negativos se esfuman rápidamente en cuanto Lucas coloca sus labios entre mis piernas. Comienza despacio, a un ritmo lento e intenso, para acabar volviéndome loca con su lengua. Tengo un orgasmo desgarrador al tiempo que acaricio su pelo. Nunca había sentido nada parecido. Sus besos siguen subiendo por mi vientre hasta detenerse en mis pechos. Delicadamente, me quita la camiseta del pijama y me lame mis senos con puro deseo. Lo hace todo muy despacio, como si quisiera que el momento no acabara nunca…Sin embargo, mis ansias de él me consumen y acabo quitándole los bóxers con impaciencia. Llevo mucho tiempo soñando con tenerlo dentro de mí y no quiero que nada lo impida.

Inmediatamente después, abro el cajón de mi mesita y saco un preservativo. Enciendo la luz. Me he cansado de no ver cómo me desea…Lucas me mira impasible. Tiene el pene muy duro, preparado para mí. Abro el condón con los dientes y lo coloco en su polla. Lucas gime al notar mis manos sobre su miembro. Siento que no puede contenerse más y comienza a penetrarme suavemente…

-¡Oh, Alicia!-gime en mi oído-Estás tan prieta, nena…

Sus embestidas son cada vez más intensas. Tanto que llego a clavarle las uñas en la espalda. Es una sensación maravillosa. Me siento como si nunca antes me hubiesen hecho el amor de verdad. Siento su el roce de su piel en la mía y veo en sus ojos cuánto lo está disfrutando. Es maravilloso. Mi cuerpo me traiciona y tengo ganas de correrme…

-Lucas, me voy a correr…-alcanzo a decir entre gemidos.

-Córrete conmigo, nena. Siénteme dentro de ti, mi amor.

Oírlo decir eso es demasiado para mí. Me dejo ir en un orgasmo bestial que me recorre todo el cuerpo. Lucas, finalmente, acelera sus embestidas y explota en un orgasmo sensacional. Ambos estamos sudados y jadeantes. Ha sido alucinante.

-Alicia, te quiero-dice Lucas al tiempo que me retira un mechón de pelo de la cara- Lo sé desde que te vi cuando eras unas niña. Te pido perdón por todos mis desplantes…

-Eh…no lo estropees vale?-lo interrumpo-Ha sido la mejor noche de mi vida-le confieso acariciando tiernamente su cara.

-Y la mía, amor. Lo había imaginado miles de veces, pero ha superado todas mis expectativas-sonríe.

Tras muchos mimos y arrumacos de quinceañeros, volvimos a hacerlo en la ducha, con todas las guarradas habidas y por haber. Digamos que la parte bonita ya había tenido lugar y debíamos dar rienda suelta a nuestra pasión desenfrenada. Cuando encajas sexualmente con alguien, se nota y si además, estás enamorada de él es la bomba. Un cóctel explosivo de emociones que te hacen poderosa y te convierten en un ser inmensamente feliz.

Tras nuestra particular maratón de polvos, fueron tres, tampoco voy a vacilar…Me dormí abrazada a Lucas. Una parte de mí sabía que todo había ido muy bien por la escasa conversación, pero al día siguiente nos despertaríamos con la cruda realidad. Verbalizar los sentimientos y aclarar las situaciones no era precisamente nuestro fuerte.