SIPNOSIS
(En plena operación para desmantelar a una red de narcotraficantes, la vida de Lucas se ve sacudida de nuevo por Alicia. Su presencia lo incomodaba, le hacía perder el control y sacar al capullo que llevaba dentro. Nunca los perdonaría, ni a ella ni a su padre, por haber destrozado de su familia y propiciar la muerte de su padre. Se odiaba a sí mismo por sentirse atraído por ella. Cuado ella estaba cerca, no podía pensar con claridad, sus emociones se adueñaban de él y no era capaz de controlar sus impulsos. Sin embargo, no estaba dispuesto a que tanto resentimiento pudiera ser vencido por unos ojos grises que lo hacían enloquecer…¿Podrá Lucas ignorarla y seguir con su misión o sufrirá las consecuencias de eso que llaman amor?
Capítulo 1 Alicia (En la actualidad….)
Finalizada la carrera de periodismo y, antes de tomar una decisión respecto a su futuro profesional, Alicia necesitaba despedirse de él. Sus padres se separaron cuando ella tenía doce años. Lo veía venir desde hacía tiempo. Sabía que no estaban enamorados, pero habían llegado a una especie de pacto de no discusión que parecía funcionar. Sin embargo, todo cambió cuando su padre conoció a Laura. A partir de ese momento, tomó la decisión de dejar a su madre y emprender una nueva vida con ella y su hijo.
Todo empezó cuando la madre de Alicia, Sara, quiso decorar el jardín de su chalet de la Eliana, una zona residencial cercana a Valencia. Para ello, y por recomendación de su amiga Mónica, contrató los servicios de un oasis, situado en una localidad próxima. Laura, era la propietaria del oasis. Lo había heredado de sus padres, además de una gran fortuna que habían cosechado con mucho trabajo y dedicación.
Pedro, el padre de Alicia, comenzó a hacer muchas visitas al oasis. Con la excusa de la decoración, aprovechaba cada fin de semana, para visitar a Laura. Trabajaba en un importante despacho de abogados, por lo que, entre semana, era muy complicado y quizá demasiado sospechoso para su mujer, escaparse a disfrutar de su compañía. La amistad que tenían fue creciendo hasta convertirse en algo más que ninguno pudo evitar. Tomaron la decisión de separarse y comenzar a vivir su amor sin esconderse. Sin embargo, no todo fue tan bonito. Sara, su mujer, aunque no se lo esperaba tampoco entró en cólera. De haberlo hecho, no habría sido sino una vil mentira más de ese matrimonio que se habían inventado. Le deseo buena suerte y que fuera feliz. No tenía más fuerzas para seguir intentando algo que estaba muerto desde el principio.
Para Alicia, sí fue un duro golpe. A veces pensaba que sus padres eran mejor amigos, que no actuaban como dos seres enamorados, pero no le daba demasiada importancia. Era una niña, no tenía ni idea de lo que era un matrimonio. Pensaba que llevaban tantos años juntos que ese amor irracional y desbocado ya no tenía cabida para ellos. Ambos se portaban fenomenal con ella. Pese a sus intensas jornadas de trabajo, siempre encontraban tiempo para revisarle los deberes, llevarla al cine y de viaje en verano. Su madre tenía su propio despacho. También ejercía como abogada, especializada en derecho penal y mercantil. Sus inicios no habían sido fáciles, pero su tenacidad y amor por el derecho la habían convertido en una de las mejores abogadas de Valencia.
El que peor lo pasó, con diferencia, fue Lucas, el hijo de Laura. Tenía dieciséis años recién cumplidos cuando sus padres le dieron la noticia de la separación. Hasta ese momento, Lucas había sido un estudiante modelo. Sacaba buenas notas y sus profesores estaban encantados con él en el instituto. La separación supuso un antes y un después en su vida. A partir de entonces, su rendimiento académico comenzó a bajar, se metía en muchas peleas e incluso había tonteado con las drogas. Comenzó a fumar marihuana, beber alcohol y hacer de su vida una fiesta continúa. Era su vía de escape a esa amargura que lo consumía. Al principio, odió a su madre. No entendía cómo había sido capaz de hacerle algo así a su padre. Era un buen marido. Los cuidaba a los dos el poco tiempo que estaba con ellos. Luis, trabajaba como comercial en una empresa de azulejos. Debido a su trabajo, viajaba muchísimo. Quizá fue eso lo que provocó que el matrimonio se fuera al traste, o quizá no habría funcionado de ninguna manera. Las relaciones amorosas son tan complejas que nunca sabes por dónde te van a salir…A veces el amor se acaba, se muere. Y no ocurre porque no lo cuides. Sucede porque sí, y no te queda más remedio que pasar página y seguir con tu vida. Hay personas que lo hacen con más facilidad que otras. En función de los sentimientos que tengas o hayas tenido por esa persona puedes superarlo más rápido o te cuesta más. Incluso, los que tienen la suerte de amar y ser amados muy intensamente, no llegan a recuperarse nunca. Luis, no lo hizo. No tuvo tiempo.
Capítulo 2 Lucas (Tres años antes…)
Le tocaba mucho los cojones que Alicia hubiese decidido volver. Le había dejado muy claro que no la quería cerca de él…
Todo sucedió una noche de San Juan, tres años atrás. Alicia tenía diecisiete años y Lucas 21. Desde que sus padres se divorciaron, teniendo ella doce y Lucas dieciséis, cada verano que pasaba con ellos, Lucas la ignoraba deliberadamente. Sin embargo, todo se complicó cuando Alicia se hizo una mujer. Siempre había sido preciosa, con unos ojos azules enormes, el pelo castaño claro, muy rizado, y unos labios mullidos y sonrosados que la hacían dueña de una sonrisa deslumbrante. Cuando creció, además , la genética la bendijo con unas generosas tetas y unos muslos que sostenían un culazo de escándalo. Lucas se ponía muy celoso cuando sus amigos comentaban lo buena que estaba su hermanastra. Su cuerpo reaccionaba a ella como nunca lo había hecho con ninguna otra chica. Cada vez que la veía, en la piscina de su casa, leyendo un libro o tomando un baño con sus amigas, imaginaba miles de formas de poseerla. Sentía una atracción que no era capaz de explicar, algo que no sabía muy bien cómo definir…
Aquella fatídica noche de San Juan, entendió muchas cosas que hasta entonces había tratado de esconder. Alicia había quedado con sus amigas para hacer una hoguera en la playa de Canet, una zona de veraneo próxima a su casa, con una agitada vida nocturna. Todos los jóvenes de alrededores, solían pasar allí sus fines de semana. Las juergas, el desenfreno y el sexo sin piedad eran lo que mejor definía aquella zona del levante. Cuando Alicia, comenzó a salir con sus amigas por los pubs, Lucas, desde la distancia siempre las controlaba. Sabía perfectamente quién las llevaba a casa, con quién estaban, los chicos que se les acercaban…Más de una vez quiso partirle la cara a más de uno, pero siempre se mantuvo como un mero observador hasta aquella noche del veintitrés de junio, en la que su vida cambió por completo.
Lucas también estaba en Canet, haciendo una hoguera con sus amigos. Por aquel entonces se estaba tirando a Melisa, una de sus amigas del grupo. Sólo follaban aunque tenía la sensación de que ella quería algo más. Lucas nunca salía con nadie. Sólo follaba. No era capaz de sentir amor por ninguna de sus habituales porque siempre tenía en mente a Alicia. Los odiaba a ella y a su padre por haber destruido a su familia, pero era incapaz de de borrarla de su cabeza, de desearla como un animal salvaje y, a la vez, querer protegerla de cualquier peligro. Y fue precisamente ese instinto de protección el que lo llevó al caos aquella noche.
Como siempre que salía, buscaba Alicia entre la multitud de jóvenes que se hallaban en la playa. Cuando por fin encontró a sus amigas, después de medianoche, el corazón le dio un vuelco al no ver Alicia con ellas. Se tensó porque sabía lo que eso significaba. Se había ido con un tío. Con un puto tío que la iba a acariciar como el llevaba deseando desde hacía años. Lucas apretó los dientes y los puños y se acercó a ellas.
-Eva, ¿dónde coño está Alicia?-ladró muy cabreado.
-Hola, a ti también Lucas-rio Eva con los ojos achispados sosteniendo su cerveza.
-No estoy para juegos…¿Por qué no está con vosotras?
-Se ha ido con Óscar a dar una vuelta por allí-señaló Eva. Se habían dirigido a una zona oscura de la playa. Entre la multitud y un chiringuito que había a los lejos, había una zona oscura en la que no había nadie y en la que muy probablemente, más de una pareja se estaría dando un homenaje.
Lucas se fue corriendo sin decir nada hecho una furia. Sólo iba a comprobar que estaba bien. Aunque se moría de ganas por matar a ese gilipollas, si ella lo estaba pasando bien, los dejaría y se iría con su dolor a otra parte.
La visibilidad era muy mala. Apenas veía dos siluetas en la arena, besándose y gimiendo. La rabia en ese momento le ardía en el pecho. No podía respirar…pero cuando oyó a Alicia llorar y resistirse su mente se nubló.
-Para, por favor,-sollozaba Alicia.
-Joder, nena, no veas cómo me pone que te resistas-susurró Oscar, mientras trataba de tocarle el coño.
En ese momento, Lucas, como un miura, se abalanzó sobre él.
-No la toques más, jodido imbécil! Te acaba de decir que pares, pedazo de mierda.
La ira lo cegó y empezó darle puñetazos y patadas hasta que lo dejó inconsciente en el suelo.
-Lucas, para, por favor…-gritaba Alicia- Lo vas a matar.
-Eso es lo que se merece ese mal nacido.
Estaba a punto de darle un último puñetazo que lo habría matado, cuando Alicia lo detuvo y lo tiró al suelo. Se quedó sin habla. Con ella encima de él, llorando y suplicándole que no siguiera. Lucas, limpió sus lágrimas, la abrazó y no pudo reprimir más las suyas. Lloró como un niño. De no llegar a tiempo, la habría violado, joder.
-Tienes que calmarte, Lucas-dijo Alicia al tiempo que buscaba su miraba
Lucas miró al suelo. No podía controlar tantas emociones.
-Gracias, por haberme salvado-le agradeció Alicia girando su cara para que lo mirara.
Lucas, no pudo aguantar más y la besó. Lo hizo con desesperación, como llevaba años deseándolo. Rozar sus labios y entrelazar su lengua con la suya, era de las mejores cosas que había vivido. En ese momento su móvil sonó. No quería cogerlo, pero podía ser importante.
-¿Si?-contestó Lucas sin dejar de mirarla.
-¿Qué?-Lucas palideció sorprendido y comenzó a llorar- No puede ser, joder…-no paraba de maldecir hasta que colgó y la miró como un lobo enrabiado.
-Todo esto es por tu puta culpa, joder. Mi padre ha muerto-dijo pasándose las manos por el pelo y gritando a pleno pulmón-Ha tenido un accidente de coche. Iba borracho, sabes por qué? Porque el desgraciado de tu padre le quitó a su mujer…a su familia. Mi padre nunca ha superado el divorcio y su muerte nunca os la voy a perdonar-sentenció.
-Lucas, lo siento muchísimo. Yo…
-Tú nada, Alicia. Ni se te ocurra aparecer por aquí nunca más. Hoy casi mato alguien y mi padre está en un congelador porque tu puta culpa, joder-chilló con todas sus fuerzas- Ves en qué me conviertes, en un jodido energúmeno-siguió alzando la voz y llorando desconsoladamente.
-Lucas-Alicia intentó acercarse a él, pero él no la dejó.
-Ni se te ocurra aparecer mañana ni en el tanatorio ni en el entierro. No quiero volver a verte en mi vida.
La miró por última vez y la dejó sola con Óscar inconsciente tirado en la arena.